Ganó su segunda segunda etapa

Boonen es explosivo

Tom Boonen ganó ayer imponiéndose en el “sprint”, mientras el líder fue cuestionado

CASTRES, FRANCIA/AFP. - El belga Tom Boonen ganó ayer la 12 etapa del Tour de Francia, su segunda victoria este año, al tiempo que el danés, Michael Rasmussen, mantuvo la camiseta de líder.

Boonen, que ya tiene la camiseta verde del mejor velocista, alzó los puños al cruzar la meta en el recorrido de 178 kilómetros de Montpellier a Castres.

El tramo final fue velocidad pura. Encabezando el pelotón en el último kilómetro, los corredores de apoyo de Boonen en su equipo Quick Step Innergetic gradualmente se fueron separando, dejándole solo en un acelerón a 164 metros del final.

“Yo me siento fuerte”, dijo Boonen, que hizo un tiempo de 4 horas, 25 minutos y 32 segundos.

Sin embargo, las próximas etapas de montaña y contra reloj harán muy difícil que el belga pueda mantener la camiseta verde.

“El Tour es una carrera horrible, uno tiene que ser masoquista para participar en una carrera así”, añadió Boonen.

Erik Zabel, de Alemania, fue segundo, y Robert Hunter, que se convirtió en el primer sudafricano en ganar una etapa, tercero.

El líder Rasmussen finalizó tranquilamente en el pelotón siguiente, junto a sus principales retadores. El danés lleva una ventaja de 2:35 minutos a Alejandro Valverde y 2:39 a Iban Mayo.

La etapa de ayer fue ensombrecida por el anuncio de que Rasmussen había sido expulsado del equipo nacional por violar reglas de exámenes de drogas.

“Estoy tranquilo. Sé que numerosos ciclistas reciben advertencias por no informar a la UCI, yo soy uno de ellos, simplemente sucede que ahora tengo la camiseta amarilla”, dijo el danés.

Sin embargo, “un ex corredor aficionado acusó a Rasmussen de haber intentado embaucarle para hacerle transportar ilegalmente productos dopantes a Europa en 2002”, afirmó ayer la revista estadounidense “Velo News”.

Por ahora, el líder se concentrará en la contrarreloj individual de 54 kilómetros que se realizará hoy en Albi, en una disciplina que Rasmussen admite “no es mi punto fuerte”.