Mano humana

Esta es la entrada a uno de los drenajes que hicieron en Caño Negro. Fotos: A. Otárola y ASOPROCOSARENA.

Los inquilinos

Aningas, conocidas como patos aguja y cormoranes llamadas pájaros chancho, son parte de los huéspedes de Caño Negro.

La garza tigre es espectacular. El refugio es casa de varias de esas especies.

En los árboles de las orillas del río Frío es posible ver monos congo e iguanas.

Muchas ganas y poco empleo

Aprendió algo de inglés y mucho sobre las aves.

Corrió a toda prisa apenas nos vio llegar al muelle. “¿Necesitan un tour en bote?, preguntó muy entusiasmado el joven.

“En esta época no hay muchos turistas y pensé que ustedes iban a necesitar un guía”, explicó Keilor Gutiérrez, de 18 años.

En la comunidad de Caño Negro, los trabajos no abundan. Las familias se dedican a la agricultura, ganadería, turismo o se montan sus propios negocios.

Keilor pertenece a un grupo de boteros organizados. “El tour de dos horas cuesta ¢20 mil para nacionales y a los extranjeros les cobramos $40 (¢20.800)”, comentó el muchacho, quien sueña con terminar su bachillerato y estudiar turismo.

Un laboratorio vacío

Pese a ser laboratorio, no tiene muebles. Alexánder Otárola

Deteriorado, sin mobiliario y con poco uso. Así se encuentra el edificio del Centro de Investigaciones Ecológicas en Humedales, que se ubica a la orilla del río Frío.

La institución nació hace 10 años con fondos de la Unión Europea, la Junta de Andalucía y la Asociación Ecologista Española “Amigos de la Tierra”. “Se usa poco, pero no está en abandono. De hecho allí se desarrollaron dos proyectos de investigación sobre caimanes y peces gaspar”, aseguró Alberto Delgado, del Área de Conservación Arenal Huetar Norte.

Agregó que la cooperación española servirá para darle mayor utilidad al inmueble. También aclaró que el financiamiento no incluía los equipos. “Se ha deteriorado. Eso nadie lo puede negar, pero se le va a meter equipo. Por ahora se ha usado para capacitaciones”, añadió el funcionario.

“Pensamos en un proyecto integral, para echarlo andar como se debe a corto plazo. La Universidad Nacional nos va a apoyar”, concluyó.

Los matan con arpones

Cristian Espinoza , de la policía, muestra un arpón hechizo que se utiliza para cazar caimanes.

De noche, armados con arpones hechizos, los cazadores buscan los caimanes en Caño Negro para matarlos y vender su piel.

Cristian Espinoza, delegado de la Fuerza Pública en la zona, informó que este año, en sus patrullajes con el MINAE, ha encontrado los restos de caimanes.

En el 2005 este sitio fue escenario de una matanza. Las autoridades descubrieron fosas con los restos de los reptiles, ligadas con el tráfico ilegal hacia Nicaragua. Jimmy Gutiérrez, botero de la zona, dijo que estos animales ahora se ven en menor cantidad.

“Ya no es como antes. Se ven menos, lo digo porque he recorrido muchas veces las lagunas”, comentó el joven de 20 años.

La pesca ilegal es otro problema. Según Espinoza, también han sorprendido personas utilizando “chinchorros de arrastre” (redes) y atarrayas. Alberto Delgado, del MINAE, aseguró que el Gobierno hace esfuerzos por evitar que la caza gane terreno. “Suena trillado, pero en realidad hay poco personal y las distancias son muy grandes”, manifestó.

En ese punto coincidió el delegado de la policía. “Hacemos lo que podemos porque aquí en la delegación somos tres”, añadió. Para fomentar una cultura de conservación, en la escuela de la comunidad, Leonidas Sequeira Duarte, los docentes aprovechan el tiempo para hablar con sus alumnos sobre los daños al ambiente.

“Les enseñamos que deben cuidar lo que queda. Ellos salen de aquí y lo único que podemos hacer es educarlos”, expresó Gina Sandoval, la directora.