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 Vivir H O Y Domingo 10 de junio, 2007, San José, Costa Rica.
 

Pornografía... mejor poquita

Puede provocar adicción al sexo

Carmen Aybar
Psicóloga con estudios en sexualidad humana

¡Qué gran tema el de hoy! Haremos un recorrido por un asunto que nuestra sociedad ve como algo tan normal ¿y qué será “normal”, me pregunto yo?

Como hemos venido escribiendo, el termino “normal” no lo usamos en sexualidad por lo subjetivo que es, pero sí podemos decir que en la pareja una dosis de pornografía más o menos tres o cuatro veces al año estaría adecuado, si la pareja así lo tiene a bien. Esto le podría dar un toque de entretenimiento al asunto o bien variedad...

Pero ahora la pornografía viene a ser hasta mujeres en vestido de baño o bien hombres luciendo calzoncillos, así que la definición no está clara y aunque todos saben de qué estamos hablando, lo que quiero decir es que puede ser un material visual obviamente que contenga imágenes de sexualidad enmascarada o desenmascarada y clara para todos.

Hoy la pornografía se ha convertido en una sustancia, igual que una droga, que produce una sensación de estar “como flotando” y las personas se pueden pasar desde minutos hasta horas frente a un computador, un DVD, una lectura o una revista ¿y por qué no decirlo?, hasta con un periódico.

Si usted visita una “Sexshop”, es decir, una tienda de artículos sexuales, encontrará que la mayoría de las personas sale con más de una película en sus manos. Y no son baratas, pero se consumen, y mucho.

Ese es el problema, el consumo y el abuso. Las personas que tienen esas costumbres son iguales a usted o a mí, pero que reiterativamente y de manera compulsiva están frente a la pornografía en cualquiera de sus formas. A esto se le conoce con dos palabras que a muchos les sonarán chocantes, pero ahí va: sexo adicción.

La literatura sobre sexo adicción nos refiere a cuatro aspectos importantísimos. En primer lugar, nos dice que la adicción sexual es la definición más precisa para los comportamientos sexuales compulsivos (como ver pornografía, mirar personas en la calle, exhibirse sexualmente, masturbarse de manera compulsiva, entre otras prácticas). En segundo lugar, nos proporciona la oportunidad de comprender una gama de comportamientos sexuales sutiles, vistos por la sociedad como comportamientos “normales”.

En tercer lugar, nos ofrece la oportunidad de comprender que los comportamientos sociales de la compulsión sexual es lo “corriente”, y en cuarto lugar, nos dice que esta perspectiva nos permite entender que los adictos al sexo son seres humanos que sufren y padecen una enfermedad progresiva que puede causar estragos en los demás ¡y que con frecuencia los causa!

Y es que el estar viendo pornografía, por ejemplo, puede darnos diferentes reacciones, desde asco y repulsión hasta la modificación del estado de ánimo, algo tan agradable que se convierte en esencial para la vida. Ahí está el problema. Los correítos de los amigos (as) con personas en diferentes situaciones que conllevan a la lujuria no son tan inocentes... nos pueden llevar a engancharnos y quedarnos allí, convertirnos en seres menos productivos, y completamente enajenados, fuera de la realidad.

Quiero aprovechar este espacio para invitar a quienes se sienten identificados con la columna de hoy a acercarse al Grupo de Sexoadictos Anónimos, conocido como “Grupo Recuperando la sana Sexualidad” que existe en Costa Rica, ubicado en: 150 oeste de la Capilla Don Bosco, con el horario de lunes y miércoles a las 7 p.m. y sábados a las 2 p.m.

Foto: 1624294

Rogger BUSTAMANTE

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