En la tierra del maple

Ver jugar a los Yanquis no tiene precio

El martes por la noche cumplí uno de mis sueños: ver en vivo a los famosos “Mulos” de Manhattan, los Yanquis de Nueva York, en el partido que tuvieron contra los Azulejos de Toronto en el otrora Skydome, ahora conocido como Rogers Centre.

Como aficionado “odio” a los Yanquis, porque mi equipo son los Mets. Pero hay que reconocer que no hay una novena que despierte tanta pasión como la que comanda – con $200 millones por año en la chequera – George Steinbrenner.

La casa de los Azulejos está situada enfrente de la CN Tower, la edificación más alta del mundo, pues supera los 500 metros. En el partido ante los Yanquis la entrada más cara –disponible en ese momento – costaba 35 mil colones.

Fue una bonita experiencia ver de cerca de jugadores como Alex Rodríguez – el rey de los jonrones esta temporada -, o Derek Jeter. Quien recibió los abucheos más fuertes, no sé por qué, fue “A Rod”, quien tiene cara de pocos amigos, pero es tremendo bateador.

Otro de los jugadores odiados por el público fue Jason Giambi. Muchos, cada vez que iba a batear, le gritaban “Mr. Steroid” (Señor Esteroide).

Recordemos que él estuvo involucrado en el espinoso tema del uso de sustancias prohibidas.

Me llamó la atención una aficionada de raza negra que, durante la mayor parte del partido, se la pasó peleando con seguidores de los Yanquis, a quienes hablaba con un tono vehemente. Ella incluso le gritó varias veces a Derek Jeter que “apestaba”.

El Skydome tiene capacidad para 67 mil asientos. Cuando hace buen tiempo, las once mil toneladas del techo se mueven y el coliseo queda al descubierto.