Huelga de pasta en Italia por incremento de precios

12 m.d. Milan / AP.- Varios grupos de consumidores organizaron el jueves protestas en Italia contra el incremento de precios de los alimentos, especialmente de la pasta, una de las comidas tradicionales.

El precio de los productos básicos se ha incrementado y los ingresos de los agricultores y productores permanecen iguales, dijeron los activistas en las protestas de Roma, Milán y Palermo.

En el caso de la pasta, los italianos pronto pagarán un 20% más por su ingesta diaria, sea de fetuchinis, espaguetis o canelones. Con el fin de llamar la atención, los grupos de consumidores convocaron a la juega de un día y pidieron a la población que no comprara pasta el jueves. La medida de fuerza no fue de consumo sino de compra de pastas.

Los precios se incrementan cinco veces entre la producción y el consumo, expresó en la protesta de Roma Toni De Amicis, líder de un grupo de cabilderos del sector agrícola llamado Coldiretti. La receta correcta es reducir la brecha entre la producción y el consumo.

Como por lo general los italianos compran varios paquetes de pasta de una sola vez para guardarlos en las alacenas, el impacto de la huelga fue más bien simbólico. Pocos compradores parecían estar enterados de la medida.

No sabía de la huelga, pero sí me he dado cuenta de los precios costosos, expresó Emanuela Mafrolla, una consultora y madre de 34 años que realizaba compras en el centro de la capital. La pasta es un alimento básico. Cómo voy a renunciar a ella?.

El incremento en los precios de la pasta es alentado por el aumento de los precios del trigo en todo el mundo, de acuerdo con algunos economistas y fabricantes. La demanda de trigo es resultado de distintas tendencias, en particular la creciente demanda de biocombustibles _ que pueden producirse con trigo _ la mejora de las dietas en los países emergentes que incluye más carne y entonces está aumentando la demanda de alimentos para el ganado, dijo Francesco Bertolini, economista de la Universidad Bocconi de Milán.

Como resultado, las reservas de trigo en todo el mundo son las más reducidas de las últimas décadas y los precios del grano están por las nubes.

Italia produce sólo la mitad del trigo duro de alta proteína utilizado para fabricar pasta y pan de elevada calidad. El resto es importado desde el extranjero, de países como Estados Unidos, Canadá y Ucrania.