Puerto Viejo camina en la cuerda floja - Sucesos

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Sucesos Domingo 16 de septiembre, 2007, San José, Costa Rica.

Hoteleros preocupados por acciones del hampa

Puerto Viejo camina en la cuerda floja

Un doble asesinato hace un mes muestra que la delincuencia y los narcos se disputan la zona más turística del Caribe Sur de Limón

Erick Carvajal M.
ecarvajal@aldia.co.cr

Al otro día, luego del doble asesinato, no quedó nadie en Puerto Viejo, me cuenta Lino González, dueño de la soda Las Carnitas, pero el viernes, dos días después del hecho, aquí no parece que hubiera pasado nada.

Atrás quedó la balacera que le quitó la vida a Marvin Arroyo García, de 46 años, y Luis Eduardo Monestel Avilés, de 40, en un barrio conocido como El Hueco.

El baño de sangre, al parecer, fue por rencillas personales. Hay tres detenidos en la cárcel pero uno de los pistoleros está en fuga.

Eddie Ryan, vicepresidente de la Cámara de Turismo de Puerto Viejo y dueño del hotel La Costa de Papito, dice que el doble asesinato es un hecho aislado.

Hace dos semanas visitamos Punta Cocles, una de las playas más concurridas, y ya hay turistas bronceándose y surfeando.

Echaron raíces

Sin embargo, las drogas y la delincuencia parece que están bien afincadas en la zona.

El 16 de agosto pasado, un hombre de apellido Rossi, de 31 años, fue detenido por agentes judiciales por vender droga aquí. En la casa tenía cuatro plantas de marihuana, de dos metros de altura cada una, una pistola y balas.

La gente no sabe qué hacer. El 30 de abril pasado, en la noche, persiguieron un ladrón que había asaltado una turista.

El asustado delincuente fue a parar a la delegación de la Fuerza Pública en busca de ayuda, como no había nadie quebró unas celosía para entrar y protegerse, pero siempre fue alcanzado por los vecinos que lo lincharon.

Cáncer de dos años

González, dueño de la soda Las Carnitas, me cuenta que fue hace como dos años que las cosas cambiaron en Puerto Viejo.

El 18 de setiembre del 2005, Enrique Pearson Patterson, de 23 años, llegó a bailar, pero una bala perdida acabó con su vida en el bar y discoteca Johnny’s Place.

“Ese fue el inicio y no ha parado”, comentó González.

Héctor Agüero, dependiente de una heladería y quien tiene 16 años de vivir en Puerto Viejo, confirma que son muchos los turistas asaltados, les roban las cosas de los carros e incluso, hace poco violaron una turista cuando regresaba de Punta Cocles.

Agüero recordó que hace poco contaban con una seguridad privada que por lo menos vigilaba y hasta una vez salvaron a otra turista, también de una violación.

Liseth Morales, quien trabaja en la Oficina de Turismo, tiene mucho miedo. De noche, dijo, le puso el acelerador a la “scooter” cuando pasa por esa zona.

“No es gente de aquí. Es gente que viene de San José o incluso de Limón a hacer maldades. Necesitamos más policías”, dijo.

Minientrevista con Eddie Ryan, Vicepresidente de la Cámara de Turismo, Puerto Viejo

¿Temen que el turista se aleje por la delincuencia?

Me reuní con el Ministro de Seguridad, Fernando Berrocal, hablando específicamente de la necesidad aquí de refuerzos, de personal e infraestructura. El Ministro se comprometió a darnos cuatro efectivos más.

¿Se va a permitir la seguridad privada?

En esta reunión, en una decisión histórica, nos dieron luz verde para abrir campo, en la calle, en una zona turística, para un programa de seguridad privada.

¿Qué función tendrá la seguridad privada?

Es solo presencia en la calle. Ellos vigilan con un bastón y un dispositivo de gas que los turistas no sean asaltados o no les roben sus cosas en la playa.

¿Por qué integran una seguridad privada? ¿Qué los llevó a tomar esta medida?

Nos sentimos responsables, si invitamos al turista a visitar la zona necesitamos seguridad. En los últimos años hemos visto una incidencia más agresiva y enfocada en el turismo.

¿Aumentaron los asaltos y robos a turistas?

En los últimos cinco años el turista está seguro dentro de las instalaciones. Donde el turista está vulnerable es en la calle porque no hay presencia preventiva por la falta de recursos. Necesitamos más policías en la calle.

¿Quiénes son los delincuentes?

Vienen de los alrededores para aprovechar la facilidad y la impunidad cuando asaltan o roban. El turista no se presenta en el juicio.

Dos años intranquilos

En la soda Las Carnitas no hay nadie. Es viernes (17 de agosto) y se acerca la hora del almuerzo.

Lino González ya tiene listo una parte del menú que ofrecerá a sus clientes. En la calle hay pocos turistas.

Muchos, dice González, se fueron luego del doble asesinato en el barrio El Hueco.

Dicen que esa es la zona roja de Puerto Viejo. ¿Zona roja? Con más de diez años que tengo de ir a esa playa, hasta ahora escucho que hay una zona roja.

“Este año ha aumentado más la inseguridad. Los turistas son víctimas de delincuentes que vienen de otras zonas, no son de aquí”, dijo González.

Donde más lo siente este comerciante es en su bolsillo. La delincuencia baja el turismo y con eso también las ganancias en su soda. “Uno que tiene negocio es peor. La cosa se pone cuesta arriba”, indicó González.

Con la vista en el mar

Carlos Luis Rojas tiene dos años y seis meses de trabajar como salvavidas en Punta Cocles. “Esto ya parece el Pacífico”, dice Rojas, en relación con los altos índices de asaltos.

“En esta playa le roban demasiado al turista, sobre todo en la zona de la punta, que es más sola”, dijo.

Rojas comentó que en el sector del sendero a varios turistas los han golpeado para robarles. “Los garrotean, los dejan tirados. Incluso a una pareja no le robaron nada porque llevaban el dinero en otro lado”, comentó.

Para él, la delincuencia de esta zona es foránea, no son los locales. “Los de aquí pasan todo el tiempo en el agua, surfeando, los que viene a robar aquí es gente de Limón”, explicó Rojas.

Este viernes es un día normal en Punta Cocles. No hay muchos turistas pero tampoco el lugar está vacío.

“Muchos se descuidan y dejan las cosas tiradas y es en ese momento cuando los ladrones se aprovechan y se las roban”, manifestó Rojas.

Danny Hernández Duarte resultó herido en la balacera del doble homicidio.
Alexánder Otárola.