Isaac Lobo
María Teresa Rodríguez quiere hacer lo que no lograron los chinos, los franceses ni los estadounidenses: conquistar Vietnam.
La nueva Miss Costa Rica representará la belleza nacional en ese país del sudeste asiático cuando concurse en Miss Universo, el próximo 15 de julio.
Nunca el viaje le pareció tan lejano como cuando sostenía la mano de Marilyn Marín... ellas eran las últimas en el concurso tico.
Fueron segundo eternos y angustiantes, hasta que Marilín Gamboa pronunció el nombre de su contrincante como primera finalista, convirtiendo a María Teresa en la nueva soberana de la belleza tica.
Hasta ese momento esta joven de 21 años y estudiante de publicidad pudo respirar tranquila, el camino no había sido nada fácil...
Tenía la presión de haber ganado cuatro coronas en forma consecutiva, perder a estas alturas sería un descalabro difícil de superar.
Rodríguez se dio a conocer en el 2003, su año más productivo: fue Miss Teen Costa Rica, viajó a Ecuador y allí ganó el Miss Teen Internacional y posteriormente en Las Vegas, Estados Unidos, el Miss Dream Girl of the Year.
Ser señalada este año como la favorita era un gran peso sobre sus espaldas.
En febrero del 2007, cuando ganó el título de Miss Pacífico, en Mazatlán, México, esta reina contó su sueño de ser Miss Costa Rica en una entrevista con Al Día.
Esto levantó todo un polvorín de críticas e insultos en contra de Rodríguez. Algunos foristas del sitio Reinas de Costa Rica se dedicaron durante semanas a decirle las razones por las cuales, según ellos, debía desistir. Le decían “fea”, “gorda” y “corriente”.
“Esos comentarios negativos me hicieron más fuerte, me impulsaron a luchar más por alcanzar la corona. No pudieron alejarme de mi sueño, más bien se los agradezco, les doy las gracias, porque le puse el doble”, comentó Rodríguez desde su casa, en La Guácima de Alajuela.
Tampoco un asalto un día antes del concurso pudo con la voluntad de la trigueña: un ladrón le quebró la ventana del pasajero de su carro y se le robó el bolso, en el cual llevaba todo su maquillaje y su amuleto de la buena suerte... que al final no necesitó.
Nada pudo apagar su hermosa sonrisa. Su paso seguro y su amplia trayectoria la hicieron merecedora de la corona nacional, el pasado 11 de abril, en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños (Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura).
En la mira
Falta muy poco para que “Tere” –como le dicen sus amigos– viaje a Miss Universo, y sabe que ese tiempo es oro. “De inmediato me metí con una nutricionista y a intensificar mi trabajo en el gimnasio”, explica. “Quiero pulirme en todo sentido, caminar mejor sobre la pasarela, tonificar mi cuerpo y ser más segura”.
Miss Costa Rica no sabe qué se siente perder en un certamen de belleza, así que de verdad tiene en su mente ganar este concurso mundial. Soñar no cuesta nada.
“Nunca pienso en forma negativa, uno es un imán y lo que uno piensa se materializa. Si uno desea algo realmente y se lo cree, es posible realizarlo. Yo quiero hacer un muy buen papel en Miss Universo”.
En estos momentos está viendo qué tipo de vestuario le dará Teletica y cuánto tendrá que invertir.
“Ya me he hecho una idea de cuánta ropa tengo que llevar, pues si no quiero repetir nada en un mes, que es lo que dura el certamen, tengo que acomodarme muy bien”.
Sus camanances iluminan e inyectan energía cada vez que sonríe. Ojalá esa sonrisa se repita para Costa Rica cuando ella figure en Miss Universo.
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