Carlos Freer
Cineasta
cfreer@cariari.ucr.ac.cr

Así se decía cuando uno creía que lo estaban engañando con contradicciones. Y eso dan ganas de decir cuando encontramos los resultados de las últimas encuestas.

Veamos algunos ejemplos: “Canasta básica ronda los ¢ 450 mil”, dice un reciente titular. Y otro afirma: “El costo de los alimentos subió el 23 por ciento en el último año”, para que otro sostenga que “la mitad de ticos tienen necesidades básicas satisfechas”. Se ve que, de verdad, les va bien a la mitad de mis paisanos, cuando el alto costo y los aumentos en la canasta básica no los asustan.

En otros titulares de periódicos se asegura que el “20 por ciento de hogares sufrió por el hampa en los últimos 12 meses” y que “crece el apoyo a soluciones violentas contra el hampa”, tanto así que “más de la mitad respalda la pena de muerte y el linchamiento”.

Pero la titular de Seguridad afirma que no existe tanta inseguridad en el país. Mientras tanto, “siete de cada diez personas se declaran satisfechas con el empleo que tienen”, pero las “incapacidades por males mentales van en aumento” y los “trabajadores pierden medio millón de días al año por esas enfermedades”.

¿Qué tal que no estuvieran contentos con los empleos? Y mientras fueron “aprobadas alzas en taxis, buses, combustibles y luz” resulta que “el índice de confianza en el Gobierno (está) en su punto más alto”. O La Nación y Al Día están mintiendo de lo lindo, o los ticos ya no sabemos ni dónde estamos parados.