Jessica Montero, enviada a Bogotá
Colaboró Erick Carvajal M., agencias y Caracol Radio.
jessicamontero@aldia.co.cr

Entre gritos de asesino y cobarde de un grupo de manifestantes, el exsenador Mario Uribe Escobar, de 58 años, ligado al escándalo de los paramilitares, quedó preso anoche en esta capital tras dejar la Embajada de Costa Rica, donde buscó asilo.

Uribe es primo del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y su súbita gestión matizó momentáneamente de tensión el ambiente bilateral a la espera de una definición.

El Gobierno rechazó en San José por “improcedente” su petición de asilo, a la luz de informes enviados desde Bogotá que detallaban las investigaciones que se le siguen por nexos con líderes paramilitrares como Salvatore Mancuso.

Uribe quedó detenido a las 8:10 p.m. Abandonó la legación costarricense, una casa pequeña, al norte de Bogotá, en una camioneta oscura y blindada, que se abrió paso entre numerosas personas que se manifestaron en contra de su asilo.

La Fiscalía colombiana lo acusa de haberse reunido con el excabecilla paramilitar de las AUC, Mancuso, antes de las elecciones del 10 de marzo del 2002, y con Jairo Castillo Peralta, alias “Pitirri”, en noviembre de 1998.

El exsenador llegó a la Embajada costarricense, poco después de las 10:30 a.m., en compañía de su abogado, José del Carmen Ortega, para solicitar asilo político.

Su petición generó una sesión extraordinaria del presidente Óscar Arias; la vicepresidenta, Laura Chinchilla; el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, y el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Stagno.

Carla Montero, embajadora de Costa Rica en Bogotá remitió a San José una carta de la Fiscalía de ese país donde le informaban sobre la orden de arresto y solicitaba que eso se tomara en cuenta para que Uribe no evadiera los requerimientos de la justicia colombiana.

Por la tarde se anunció el rechazo del asilo en su caso con base en las investigaciones en Colombia y para no “desvirtuar” el derecho.

“La histórica institución del asilo no debe ser desvirtuada”, enfatizó el Gobierno.

La detención de Uribe Escobar se hizo en medio de un severo dispositivo de seguridad, en el que participaron miembros de la Policía Metropolitana, que acordonaron el lugar.

Uribe dolido

El Gobierno colombiano se declaró ayer respetuoso de la decisión de Costa Rica.

El presidente Álvaro Uribe indicó que le dolía la decisión de arresto contra su primo.

“Me duele. Asumo este dolor con patriotismo sin mengua en el cumplimiento de mis responsabilidades”, declaró a la agencia de noticias EFE.

Uribe, quien ahora quedará detenido en calabozos en la sede principal de la Fiscalía General de Colombia, se une a una lista de más de 30 senadores detenidos por presuntos vínculos con los paramilitares.

El pasado 8 de abril, fue detenido el también el senador Humberto Builes Correa, vinculado a los paramilitares y quien tendría negocios en Costa Rica, reveló la revista “Semana” de ese país.

Horas antes de su arresto, unas 100 personas se congregaron frente a la embajada tica con fotos de las víctimas del paramilitarismo y gritaban consignas contra Uribe.

Iván Cepeda, director de una fundación que apoya a víctimas de la violencia y de los crímenes de Estado, expresó satisfacción en Caracol Radio por que Costa Rica le hubiera negado el asilo.

Este sí es un pez gordo

El exsenador Mario Uribe Escobar, primo del presidente Álvaro Uribe, es abogado y nació en la comunidad de Andes, el 12 de agosto de 1949, según la revista Semana.

Uribe fue juez de Medellín y del municipio de Salgar, y diputado a la Asamblea de Antoquia.

Su carrera política se ha desarrollado en el Congreso de la República de Colombia. Fue representante en dos periodos, desde 1986 hasta 1994.

Y en el segundo periodo como senador, de 1994 hasta el año pasado, fue cuando lo vincularon al proceso que investiga las relaciones entre políticos y paramilitares.

Fue testigo estrella de la Fiscalía colombiana, en este proceso, Jairo Castillo Peralta, alias “Pitirri”, quien mencionó que Uribe se reunió varias veces con paramilitares para negociar tierras.

Además, en una de las declaraciones del paramilitar Salvatore Mancuso menciona que se reunió con el exsenador para definir cómo apoyarlo en el proceso de las elecciones del 2002, después de que la excongresista Eleonora Pineda los presentó.

El fin es establecer si se vio beneficiado por el apoyo paramilitar en el ámbito político.