Hugo Solano
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“Lo más difícil ha sido la ausencia de una joven radiante de alegría, espontánea y comunicativa... lo más gratificante es que he sentido la mano de Dios en la familia, amigos y vecinos”, narró Ana Isabel Alfaro, madre de Andrea Saborío.

Saborío, de 24 años, murió hace una semana cuando un tráiler cargado de bananos volcó en Moravia y cayó encima de Andrea y una amiga, que pasaban por la acera.

Aunque ni el chofer ni la empresa para la cual trabaja han llamado a la familia, la madre de Andrea dice que no guarda rencor. Pero eso sí, pide al conductor que si va a seguir manejando lo haga de manera responsable y ponga su licencia al día.

En la casa el teléfono no para de sonar. Los mensajes de amigos son constantes y todo eso ha sido un aliciente para mí y para Juan Pablo, el único hijo que me queda, de 27 años, agregó Alfaro.

La tragedia también “tocó” a María Fernanda Rojas, joven que caminaba junto a Andrea por el centro de Moravia, el día del accidente.

Contó que desde el sábado le dieron la salida del hospital y se recupera de golpes y moretones en su casa.

Cuando se recupere bien coordinará con otros conocidos para recoger firmas para que las municipalidades y el MOPT regulen el paso de furgones por calles urbanas.

“La idea es evitar que por falta de regulaciones mueran personas inocentes en las vías”, puntualizó la joven Rojas.