Beijing/DPA. En el mercado negro de Beijing, para boletos olímpicos no hay problemas de seguridad, pues el prohibido comercio se desarrolla ante los ojos de los agentes del orden.

Delante de una puerta de entrada al recinto olímpico, en la capital china, se ofrecen entradas por precios que oscilan entre varias decenas y varios centenares de dólares.

La polícia sigue la reventa con los brazos cruzados. Y para quien la compra en la calle le parece peligrosa, puede hallar lo que busca en internet.

Los precios, en general, son como mínimo diez veces más caros que en la venta regular.

“Yo quería obtener a toda costa entradas para los Juegos”, dice un estudiante local.

El joven de 23 años, se citó a traves de internet con un revendedor y pagó 600 renminbi (unos 90 dólares) por dos entradas de béisbol, que regularmente habrían costado 60 renminbi (alrededor de nueve dólares).