Así es la Vida

Que no le pase lo de la señora del Teatro Nacional

Hace algunos años, durante una temporada en el Teatro Nacional, me encantaba sentarme por las tardes en la Plaza de la Cultura y ver pasar a la gente.

Me llamaba poderosamente la atención una señora que cuando pasaba frente al Teatro, se persignaba. Una tarde no aguanté la curiosidad y le pregunté: “Señora, ¿por qué se persigna cada vez que pasa frente a este lugar?”. Su respuesta me dejó en una pieza: “Papito, porque cuando uno pasa frente a una iglesia siempre hay que persignarse”.

Gracias a Dios, este desconocimiento ha ido cambiando en nuestro país.

La semana pasada estrené mi nuevo espectáculo “Hagamos el humor”, en el teatro Lucho Barahona, y pude comprobar, una vez más, la magia que genera el teatro y cómo ha ganado público a través de los años.

El movimiento teatral costarricense es vigoroso, a pesar del poco apoyo de las instituciones, e incluso de algunos medios de comunicación.

Es motivo de orgullo para quienes amamos las artes escénicas, saber que Costa Rica tiene uno de los promedios más altos en salas de teatro en Latinoamérica. Nuestra cartelera tiene propuestas para todos los gustos: teatro experimental, escenificación de textos clásicos universales, café teatro, sexy comedia y monólogo.

Si usted nunca ha ido al teatro, lo invito a vivir la experiencia, que no le pase lo de la señora de esta historia.