Hermanitas son inseparables

Yurelia y Fiorella seguirán unidas

Siamesas permanecían ayer en Santa Clara, California

Aunque una cirugía los separó físicamente el año pasado, los corazones de las siamesas ticas Yurelia y Fiorella Rocha, seguirán unidos toda la vida.

Las niñas, de dos años y cinco meses, disfrutan poder caminar y jugar de forma independiente, pero el lazo de la sangre es tan fuerte que donde quiera que estén una siempre busca a la otra.

Su madre, María Arias, asegura que cuando crezcan les hablará de la experiencia que vivieron y el milagro que significa tenerlas a su lado. Ayer, la familia estaba en Santa Clara, California, a la espera de viajar a Los Ángeles y visitar Disneylandia.

Para nunca olvidar

Hace una semana, tuve la oportunidad de compartir un rato con Yurelia y Fiorella, su hermana Cinthya de 14 años, y su madre en un centro comercial de Palo Alto, California.

Cuando las vi salir de la Casa Ronald Mcdonald, en dos coches, la piel se me erizó y en ese momento pensé en el 23 de enero del 2007, cuando las conocí en Alajuelita.

Muy lejos quedó el recuerdo de dos pequeñas que se movían con dificultad, unidas por el pecho y el abdomen, con sus cabecitas hacia atrás para no golpearse.

La experiencia me permitió comprobar que las niñas gozan de excelente salud y, por fortuna, llevar al país y a muchas partes del mundo las primeras imágenes de Fiorella caminando sin ayuda.

El momento fue muy conmovedor. La madre la bajó del coche, y ella empezó a dar pasos mientras su hermanita sonreía.

Yurelia no se quedó atrás y con un poco de ayuda dio varios pasos hacia los brazos de Cinthya. Bien abrigadas por el frío que hacía, las niñas no dejaban de decir algunas palabras en inglés.

El recorrido de la familia continuó con total normalidad.

Entraban a las tiendas y tocaban todo a su paso con la curiosidad natural de cualquier niña de su edad.

“Cuando las separaron, recuerdo cómo se tocaban el pechito y alzaban la cabeza para ver dónde estaba la hermana. Ellas sentían que les faltaba una parte importante”, recordó la mamá.

Cuando me despedí, supe que la vida de esta familia nunca será la misma. Solo espero que el tiempo me permita entrevistarlas cuando sean grandes y también, ¿por qué no? contarles mi pequeña historia con ellas.

¡Valientes! Julio 2007 María Arias llegó con sus hijas Yurelia y Fiorella a Palo Alto, California. Foto: Hospital Lucile Packard. Noviembre 2007 Las siamesas fueron separadas el 12 de noviembre en una cirugía compleja. Foto: Cortesía de la familia. Enero 2008 Yurelia y Fiorella llevan una vida completamente normal y pronto volverán a casa. Foto: Alejandro Arley.