Buscar
Ver otras ediciones
Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP Foro Galería Escríbanos Pura Vida
 
  Domingo 27 de enero, 2008, San José, Costa Rica.
   

Djokovic conquista Australia

Melbourne / DPA.- Novak Djokovic y el destino se encontraron hoy en Melbourne: el serbio derrotó al francés Jo-Wilfried Tsonga por 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (7-2) y conquistó así el Abierto de tenis de Australia, su primer título de Grand Slam.

A las 22:47, hora de Melbourne, una derecha ancha de Tsonga determinó el final de un partido de tres horas y seis minutos de duración en el que Djokovic debió luchar no sólo contra el impulsivo y sorprendente francés, sino también sobreponerse a un público mayoritariamente favorable a su rival.

"Jo, lo que hiciste es increíble, y deberías estar orgulloso de ti. De haber ganado tú hoy, hubiese sido merecido. Y sé que el público quería que ganaras... Está bien, está bien, de todos modos los sigo queriendo muchachos, no se preocupen", dijo el serbio en la entrega de premios, ganándose por fin el favor de los espectadores.

Djokovic -a sus 20 años el campeón más joven en la historia del torneo- se consolida así como número tres del mundo, y quiebra tras tres años el dominio de Roger Federer y Rafael Nadal en finales de Grand Slam. El último campeón de Grand Slam con apellido "diferente" había sido el ruso Marat Safin, ganador de Australia 2005.

Tsonga, apodado "Muhammad Alí", hizo honor al mote, porque entró al Rod Laver Arena dando saltitos y saludando a los espectadores. ¨Cancha de tenis o ring? ¨Melbourne o Kinshasa? El público recibió encantado el gesto, y ya en ese instante le hizo notar a Djokovic que no era su preferido.

Al serbio le importó poco, porque quebró de entrada el servicio de su rival, dominando con su derecha.

Pero enseguida habría sorpresa, porque Tsonga quebró a Djokovic en el siguiente juego y tomó el control del partido. El serbio estaba claramente nervioso y el francés disfrutaba con ese deje de insolencia que desprenden su juego y sus actitudes en la cancha.

Desde las gradas unos espectadores exhibían una foto de Alí, y Tsonga noqueó en el momento justo: con Djokovic sirviendo 4-5, el francés conectó un passing-shot de derecha cruzado tras un smash fallido de su rival para ponerse set point, y se llevó el parcial cocha con top spin que dejó petrificado al serbio.

Espectacular. Tsonga se llevaba el set por 6-4 en 49 minutos y recordaba por momentos a la máquina que aniquiló en semifinales al español Nadal. De cuclillas y apretando el puño, lanzó un grito para alegría de todo el estadio, mientras Djokovic se iba a su silla sin poder creer cómo acababa de entregar el set.

El serbio tomó el control en el segundo y el tercer set, en buena parte por sus méritos, pero también por fallas del francés -desde mañana 18 del ranking mundial-, que erraba más de lo habitual con su derecha y más de una vez tomaba la decisión errónea a la hora de definir.

Más que de físico, Tsonga parecía estar agotado mentalmente. Diez filas por detrás del matrimonio Djokovic y de sus dos hijos -Djordjae y Marko-, Sting, el líder de The Police se lamentaba por los errores del francés, mientras el baterista Stewart Copeland se admiraba por los golpes en el pecho que se daba Djokovic al celebrar un tanto ganado.

A unos metros, un encargado de seguridad seguía controlando a los aficionados serbios y franceses, sentados en filas contiguas, en una labor de prevención poco habitual en el tenis.

El cuarto set adquirió cierto tinte dramático: saque a saque, llegaron al tie break, en un parcial en el que Djokovic debió ser atendido por calambres. Hubo un punto, que llegó a ganar, en el que el serbio se derrumbó, porque sus piernas no lo sostenían.

El apoyo del público a Tsonga era a esa altura ya desmesurado, y más que incómodo para Djokovic. El tie break comenzó con una ovación al francés, que pagó su inexperiencia.

En vez de tomar en cuenta que el físico de Djokovic quizás no resistiría un quinto set, Tsonga sumó seis errores en el desempate, entre ellos una doble falta, y le abrió las puertas de la gloria al serbio.

Superado por la alegría, Djokovic se derrumbó sobre la azul superficie del Rod Laver Arena. Tras un abrazo con Tsonga, saludó a su familia en la primera fila del estadio y volvió a alzar los brazos. Ya había cumplido, ya había llegado a la cita con su destino.

Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP
Foro Galería Contáctenos Pura Vida
© 2008. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr .