Alejandro Arley Vargas
aarley@aldia.co.cr
Con su pequeño Walter sobre los hombros, Jesús Cantón, vecino de Los Chiles, recorría ayer a toda prisa la avenida central de San José en busca de un regalo para su papá.
“Voy a comprarle ropa”, dijo agitado, en medio del gentío y sin detener su marcha. Jesús tendrá hoy una cena con su familia para celebrar la fecha.
Pese al “corre corre” bajo el sol, estaba feliz porque se convirtió en padre hace apenas apenas año y medio.
Los comerciantes de todo el país, que hablaron con Al Día el viernes pasado, acertaron sin problema. La mayoría de la gente dejó todo para la última hora.
“Aprovechamos hoy porque el trabajo casi no deja tiempo para las compras”, afirmó Tatiana Brenes, quien veía varias camisas en una tienda de la avenida central.
Alina Soto, sobrina de Tatiana, no estaba preocupada porque ya tenía lista la sorpresa que dará hoy a su papá: una foto muy bonita que le tomaron en el kínder.
Los zapatos, billeteras, corbatas, discos, y celulares fueron de los productos más buscados. A esos se suman los infaltables pañuelos, fajas y medias.
Escena emotiva
En este tipo de fechas hay cosas que no se pueden dejar de contar.
Mientras la gente andaba como loca, atropellándose en el bulevar, el vendedor Óscar Ramírez Gómez, se olvidó de su puesto por unos minutos para chinear a su hija Dayana, de nueve años.
El hombre tiernamente la sentó en los regazos y le sacó carcajadas con cosquillas, mimos y palabras cariñosas dichas al oído.
“No importa el momento. Sé que tengo que trabajar, pero a los hijos hay que darles cariño, disfrutar al máximo el tiempo con ellos”, comentó orgulloso.
Ramírez vende artículos como anteojos de sol, fajas, bolsos en pleno corazón de la capital.
© 2008. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.