Milton Montenegro
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Saint George's, Granada. Con el marcador 2-0 en nuestra contra, el delantero de Granada, Jason Roberts, ingresó al área y ante la impotencia en la marca del central Víctor Cordero, no tuvo más remedio que jalarlo de la camiseta.

Claro penal, que inexplicablemente el central de Trinidad y Tobago, Neal Brizan, no quiso pitar, aunque todo el estadio vio la falta dentro del área costarricense.

Fue un verdadero alivio para los ticos, pues la pena máxima bien pudo decretar el 3-0, resultado lapidario para la Tricolor.

“El defensa siempre tiene que aparecer en el área y estorbar al rival a como dé manera”, dijo Cordero al consultarle la acción.

Brizan no solo perdonó a Cordero, pues era penal, sino que también debió expulsarlo.

“Nos sorprendieron con los goles. Granada es un equipo muy competitivo. En Costa Rica siempre se ven los errores de la defensa, pero no de donde vienen”, aseguró el capitán de la Tricolor.

“El remontar un 2-0 es un gran aliciente para el equipo, pues en un ambiente difícil, frente a un equipo que se esfuerza, no es sencillo lograrlo”, dijo Cordero.