Ayer, en distintas partes del país

Jóvenes acuden a iglesias para pedir perdón a Dios

Valores han sido inculcados en sus familias

Nancy Vargas, de 17 años, llegó ayer muy temprano a la Catedral de Pérez Zeledón. Ella iba a celebrar el sacramento de la confirmación. “Vine a hacer lo que mis padres me han inculcado”, aseguró la joven, vecina de Pedregoso.

Nancy llegó con sus hermanos pequeños y para ella es importante confesarse porque así busca el perdón de Dios. “Depende de nosotros, los jóvenes, que la Iglesia se reactive de nuevo. Ahora, gracias a la confesión puedo participar de las actividad de la Semana Santa como debe ser”, expresó.

Así como ella, Minderman Yajar, de 17 años y vecino de Grecia, aprovechó que visita a su abuela en el centro de Limón para asistir a la Catedral y así buscar la reconciliación con Dios.

“Me gusta hacerlo porque de esta manera siento que me desahogo con el sacerdote y eso me ayuda a corregir mis errores y a ser una mejor persona cada día”, expresó.

El joven no asiste obligado, por el contrario, lo hace por su propia voluntad. “En mi familia me enseñaron que es importante practicar el sacramento de la confesión”, manifestó.

Allan Rojas llegó a la iglesia de Pital en San Carlos, porque en días pasados no tenía tiempo. “En mi casa me enseñaron que es importante, porque así tenemos un encuentro íntimo con Dios”, dijo el joven de 15 años.

En la iglesia de El Carmen, en el Roble de Puntarenas, muchos fieles asistieron para “quitarse las cargas” como ellos dicen. Gloria Rodríguez es una de ellas.

“Es algo que debería hacerse cuando la persona sienta la necesidad de tener el perdón de Dios y no solamente en Semana Santa”, afirmó.