Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

Sandra Hall Hall hace el conocido pan bon que muchos josefinos van a buscar a Limón.

La negra, de 57 años, vende su pan todos los días en la terminal de buses de Sixaola.

Sus secretos son sencillos y fáciles de seguir. Por eso, se los transmite a un grupo de muchachos para que aprendan un oficio, en vez de pensar en las drogas.

Pero no solo el pan es su especialidad. También hace cocadas, galletas de jengibre, pan de negro, pudín de yuca y aceite de coco.

Ella no pierde el entusiasmo. “Entre más vieja me siento, más creativa se me pone la cabeza”, aseguró con una franca sonrisa.

¿Cuál es su secreto?

El amor y la consciencia.

¿Cómo es eso?

Es mejor cobrar ¢100 de más y echar los ingredientes que corresponden, que engañar a la gente.

¿Dónde aprendió a cocinar?

Siempre estaba metida en la panadería viendo a la gente trabajar. En 1969 tomé esa experiencia y puse mi negocio. Luego le enseñé el arte de la cocina a mi hijo menor, quien labora en lo mismo.

¿En cuál panadería?

En la del papá de mis hijos.

¿Por qué la gente tiene que probar su pan?

No puedo decir que mi pan bon es el mejor, es el cliente quien compra y los que pueden glorificar el producto.

¿Por qué es tan famoso?

Yo digo que es por la hechura antigua. Es la forma correcta de preparar los productos, yo siempre sigo las tradiciones. Todo está hecho así. Por ejemplo, ahora tengo el horno malo, está a la mitad de su capacidad, pero es como un patrimonio para mí.

¿Cómo ayuda a otros mediante su labor?

Yo aquí colaboro con los jovencitos para que aprendan a hacer pan, en vez de que estén de vagos o pensando en las drogas.

¿Cuántos chicos son?

Como 12. Vienen negros y blancos y a veces no sé ni quiénes son los padres, pero cuando están en mi casa todos son mis hijos.

¿Cómo les enseña?

De la misma manera en la que aprendí yo. Ellos tienen que observar y aprender.

Cuando usted no esté, ¿quién tomará el negocio?

Espero que sea mi hijo menor, Keylor. Pero el mayor es más experto que yo.

¿Piensa poner una soda?

Sí, con mi hermana. Pero ahorita quiero primero arreglar el horno.

¿Cuántos panes hace?

Como 20 ó 30 cada dos o tres días, porque el horno está a la mitad de su capacidad.

¿Ha ido a San José?

Estuve hace poco en el Museo Nacional.

¿La reconocen?

Bastante. En San José centro me aprecian mucho.

¿Recuerda en cuánto vendió el primer pan que horneó?

En ¢300.

¿Y ahora?

Cuesta ¢1.200. Ahora todo ha subido demasiado.

Trabajadora

Sandra Hall Hall

Edad: 57 años. Nació un 15 de setiembre.

Tiene seis hijos: Laura, Dennis, Maybili, Kattia, Barry y Keilor.

Dato: Nació en Limón centro y reside actualmente en Santa Eduviges.