Alejandro Oviedo Sancho
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Ganar mucho dinero, haciendo lo que más les gusta, es el sueño de muchos.

Pero son muy pocos los que logran esto. Un ejemplo es el belga Frederic Collignon, quien gracias a su habilidad en el futbolín, es millonario.

Su sueño inició desde pequeño, ya que tenía un futbolín en el sótano de su casa y ahora, a sus 32 años, ha conseguido el sueño de muchos.

Para ello, este vendedor de carros juega cada año alrededor de 50 torneos por todo el mundo, en los que ha llegado a ganar ¢33 millones en una temporada.

En los Estados Unidos está, como no podía ser de otra manera, el circuito profesional que más dinero reparte.

En 2006, Collignon ganó los ¢33 millones. En 2007, aunque no se han hecho públicas las cifras, se estima que sumó más, pues consiguió vencer en todos los grandes torneos estadounidenses en individuales, dobles y dobles mixtos, una hazaña que ya había logrado en 2000, 2002 y 2004.

Esta campaña lleva obtenidos ¢14 millones, a falta de disputar varios torneos grandes, y sin computar sus ganancias en el torneo de Las Vegas, disputado hace unos días.

Alí ganó el título de individuales y doble. Se estima que podría superar los ¢55 millones en premios. ¿Cómo consigue este tipo, de manos rápidas y siempre cubiertas por unos guantes blancos, ganar tanto dinero?

Esto en una actividad en la que el jugador de alto nivel medio no gana más de ¢3 millones al año. Pues siendo el mejor de todos los tiempos.

El gallego

La invención del futbolín, patentado en 1937, se le atribuye a Alejandro Finisterre, un gallego que falleció el año pasado.

Los torneos estadounidenses, en los que está prohibido jugar en ropa no deportiva, están en estos momentos en crisis, si se comparan con la época dorada de finales de los 70.

En aquella época, los mejores lograban ganancias de casi ¢5 millones en una sola temporada. En esa época era mucho.

33: Millones de colones ganó el belga Collignon en la temporada del 2006.

50: Campeonatos al año en los que puede participar el jugador belga.

11: Años tenía Frederic Collignon cuando gano su primer torneo.

Belga batiendo récords

Frederic Collignon jugando un partido de futbolín profesional, en Las Vegas. Es el lugar perfecto. Internet

Frederic Collignon, cuyo padre también jugó al futbolín de alto nivel en Bélgica, se dedica a vender coches, pero se pasa muchos meses fuera de casa, practicando el juego del que ha hecho una segunda profesión.

En los momentos de más éxito, es la actividad por la que más dinero gana. Sus manos, rápidas como ninguna, son legendarias, y su 'tiro helicóptero' es imbatible.

Sí, es una leyenda por lo rápido de sus manos y por su precocidad al jugar.

Con 11 años ganó su primer campeonato y con 32 colecciona más torneos que nadie jugando futbolín. Lo interesante y sobresaliente de Collignon, es que un jugador profesional de fútbol de mesa normalmente llega a ganar unos ¢3 millones por año.

Estas ganancias están muy por debajo, de lo que se logra ganar el belga jugando por el mundo.