Londres/AFP. Con el inminente partido entre Argentina y Escocia, donde Diego Maradona debutará al mando de los celestes, viejas heridas se han vuelto a abrir.

El entrenador adjunto de Escocia y defensa de Inglaterra en el Mundial del 86, Terry Butcher, aseguró ayer que no ha perdonado el gol marcado con la mano en cuartos de final por Maradona, con el que se verá el miércoles.

“Todavía no he digerido que nunca admitiera verdaderamente lo que había hecho, que nunca levantara las manos para decir: “Sí, actué mal”, lamenta Butcher. “Un jugador inglés lo habría reconocido. Para mí, eso ensombrece su imagen”.

Butcher asegura que jamás habría querido cambiar su camiseta con “El Pibe de Oro”, que fue a parar a las manos de su compañero Steve Hodge, quien la cedió al museo del fútbol inglés de Preston.

“Esa camiseta es la última cosa que yo querría. Ni siquiera habría lavado mi auto con ella. Eso dice todo sobre lo que siento”.