MSc. Margarita Murillo Gamboa
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Algunos de los mandatos que hemos estudiado son impuestos, de manera consciente e inconsciente, en nuestra forma de mirar el mundo. Hoy hablaremos de otro arquetipo: el del guerrero.

Es importante resaltar que sobre los hombros de los hombres pesan tres mandatos sobre los cuales deben reflexionar: que los hombres deben de ser proveedores, pero no cualquier proveedor, uno que compita en cantidad con los otros hombres.

Si un hombre no tiene un buen salario u opta por una profesión que no es muy remunerada, recibirá, directa e indirectamente, los “reproches” de otros hombres (se le mira como fracasado) o de las mujeres, quienes no lo van a considerar un “buen partido”.

Los mandatos son luchas de poder que estimulan las diferencias y no la solidaridad ni el desarrollo de habilidades personales. Se establece de manera inconsciente y colectiva lo que es bueno o no para ser hombre o mujer.

Para este mandato de proveedor es que se estimula el arquetipo del rey. Quien cumple este requisito no solo tiene dominio sobre personas y cosas, sino que cree poder afirmarse como hombre de esta manera.

Se cree de manera consciente o inconsciente que por tener dinero se puede disponer de la vida de quienes viven a su lado.

Si la mujer tiene más ingresos que el hombre, él recibe los repudios por no cumplir lo establecido por la sociedad.

Estas luchas de poder se deben dialogar y sobre todo tomar conciencia para no estimular las diferencias. Hay que alentar la ayuda y crecimiento mutuos.

En ocasiones olvidamos el norte de nuestra existencia y caemos en una continua violencia de afirmación de nuestra imagen de manera equivocada. Así no lograremos construir adecuadamente nuestros proyectos de vida.

Consultas

¿Cómo la sociedad castra a la mujer con respecto a la sexualidad?

Estimulando más la maternidad que el encuentro sexual en las mujeres. Al insistir que se debe “evitar el contacto o exploración”, incluso se dice “eso le toca al hombre, él te va a enseñar”.

¿Cómo puede una mujer curar esta castración?

Lo primero que debe hacer es conocer su cuerpo, verlo y sentirlo hermoso. Hay que aceptar el físico sin importar si este luce como un aguacate. Debe sentirse preciosa. Después debe explorar cada parte que le produce placer. No olvidar el respeto. Las mujeres deben tomar su tiempo y aprender.