Beatriz Puerta
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Me enamoré de mi cuñada

Esto sucedió en enero del año pasado. Un día en el que hubo de por medio licor, empecé a tener relaciones con mi cuñada. Yo estoy casada con su hermano desde hace más de 20 años. Lo que comenzó como una aventura terminó siendo un gran problema, pues me enamoré de ella. Como todo lo hemos hecho a escondidas de nuestra familia, me pide que solo seamos amigas porque lo nuestro no puede ir a nada más. Me dijo que somos cuñadas y que solo siente cariño por mí. Yo le he rogado que sigamos como hasta ahora, pero se mantiene firme en su decisión. Dice que no puede seguir traicionando a su propio hermano.

Ella sabe perfectamente que ya no lo amo, lo que me une a él son nuestros cuatro hijos. Yo lo único que deseo es estar con ella. Hace poco me comentó que quiere cambiar, que ya no le apetece estar con ninguna mujer y se niega a estar conmigo. Pero nos buscamos para hablar, pasear e ir a todo lado juntas. Yo sufro y lloro mucho porque quiero estar en la intimidad con ella y así demostrarle cuánto la amo, aunque se lo digo siempre. Quiero volver a ser la mujer normal que era antes, porque jamás me había fijado en el sexo femenino, pero creo que me gustó la forma en la que me trata y como me hace el amor.

La traidora

Intento ponerme en tu lugar y me puedo imaginar lo duro que tiene que ser vivir en una situación como esa. Se juntan muchas emociones y sentimientos a la vez. Además, supongo que para tí habrá sido todo un descubrimiento sentirte tan feliz y realizada junto a ella.

No le puedes reprochar que no tenga el coraje o la valentía suficiente como para ser sincera con todos y lanzarse a vivir a plenitud junto a tí. ¿Estarías dispuesta tú a romper con todo? Sé sincera contigo misma. No te quedes en la pena, ni en la nostalgia. Es hora de ser positiva y buscar el modo de incorporar todo lo que has aprendido en tu vida. Por ahora no encuentras la forma de transformar lo negativo en algo positivo, pero lo descubrirás.