EFE y AFP.- El presidente de Paraguay, el exobispo Fernando Lugo, pidió perdón por el escándalo causado por las demandas presentadas por mujeres que dicen haber tenido hijos con él y aseguró que piensa seguir en el cargo.

“De ninguna manera permitiré que estas circunstancias afecten acciones de interés nacional, el ejercicio de los grandes planes y proyectos que marcan el paso de un Paraguay soñado por todos”, afirmó ayer Lugo, de 58 años.

El líder, que renunció como obispo de San Pedro en el 2006 y afronta tres demandas de paternidad, pidió perdón a sus conciudadanos y aseguró que su versión “será siempre la verdad”.

“Yo, persona humana imperfecta, asumiré con las responsabilidades presentes y futuras aquellas situaciones que me conciernen”, afirmó. El gobernante, que reconoció ya como su hijo a un niño de casi dos años y afronta otras dos denuncias, responde a esta situación con prudencia, que, matizó diciendo, “no es lo mismo que ocultar información o eludirla”.

En cuanto a las burlas que han motivado el escándalo, el jefe de Estado señaló que la caracterización que se hace de él no se ajusta a su actitud, “siempre dispuesta a servir y a compartir”.

A pesar de que Lugo dejó ver su intención de cumplir con su mandato que concluirá en el 2013, estos escándalos han abierto un debate público sobre el riesgo de que sea sometido a un juicio político.

El 13 de abril, el Presidente reconoció ser el padre de un niño de dos años nacido de su relación con Viviana Carrillo, de 26, cuando aún era obispo de San Pedro.

Después, Benigna Leguizamón, de 27 años, aseguró que su pequeño Lucas, de seis , es hijo de Lugo. Por su parte, Damiana Hortensia Morán, de 39 años, demandará al líder porque su bebé, Juan Pablo, de un año y cuatro meses, “merece una identidad".