Alejandro Arley Vargas
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Las pulperías, abastecedores y minisúper del país no pasan de moda ni se “arrugan” por la competencia de las grandes cadenas de supermercados.

El trato familiar, la cercanía y los bajos precios son algunas de las razones por las cuales estos negocios siguen vigentes, opinaron consumidores y especialistas consultados por Al Día.

Según datos de la Cámara de Detallistas, hasta julio del año pasado, en Costa Rica había 17.300 comercios de este tipo. Esto equivale a más de 200 por cantón.

“En estudios que hacemos encontramos que estos negocios tienen precios competitivos. Además, cumplen una función social muy importante porque están en sitios alejados”, dijo Cinthya Zapata, directora de la Oficina de Apoyo al Consumidor.

“Me gusta porque hay de todo, a buen precio y nos tratan bien”, comentó Grettel Guillén, cliente del súper “La Gallinita Feliz” en Coronado.

Zapata comentó que las pulperías o abastecedores permiten hacer compras que en otro lado no se podrían realizar.

“A uno le venden una barra de mantequilla, una candela o dos huevos. Eso ayuda a la gente que gana dinero por día o por semana”, agregó.

Más servicios

Aunque siguen siendo negocios familiares y “de pueblo”, la modernidad también los alcanza para dar un mejor servicio.

Danny González, director de Comunicación del Banco Nacional, informó ayer que 596 comercios en todo el país ofrecen el sistema “BN Servicios” para el pago de luz, agua y teléfono, entre otros recibos.

Otros agrandaron la “pulpe” y su local ahora es un súper con tecnología de punta.

“Tenemos un sistema de inventario electrónico, código de barras y se puede pagar con tarjetas. Además, hacemos promociones”, expresó Bienvenido Zúñiga, dueño de “La Gallinita Feliz”.

Omar Jiménez, gerente de comercios afiliados de Credomatic, dijo que un grupo pequeño de minisúper ya cuenta con el sistema de pago con tarjeta.

“Si tienen los documentos necesarios, el aparato se instala el mismo día”, concluyó Jiménez.