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Este joven aprovechó que el semáforo estaba en rojo para mandar un mensaje. Rafael Pacheco.
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Para escribir un mensaje en el celular, el conductor desvía la mirada del volante durante unos seis segundos, lo que pone a prueba su capacidad de reacción.
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Los autobuseros no se salvan de la mala costumbre de hablar por celular mientras conducen, y con ello ponen en riesgo sus vidas. El bus de la fotografía iba ayer cargado de pasajeros.
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A este conductor debemos reconocerle su responsabilidad... por usar el cinturón de seguridad. Sin embargo, utilizó su teléfono mientras el semáforo estaba en rojo.
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Este taxista atendió una llamada, incluso con clientes a bordo. Como él, ayer pudimos ver a varios conductores que a escasos metros de un oficial de Tránsito hacían lo mismo.
Miguel Calderón Suárez
miguel.calderon@aldia.co.cr
El riesgo que corren los choferes de sufrir un accidente cuando escriben un mensaje en el celular y manejan al mismo tiempo es 23 veces más alto con respecto a los conductores que no se distraen.
Así lo reveló un estudio realizado en julio anterior por el Virginia Tech Transportation Institute (VTTI) de Estados Unidos.
El director de la Policía de Tránsito, German Marín, explicó que el uso del celular al volante reduce la capacidad de reacción del conductor en un 35 por ciento.
Para algunas personas, incluso, ese porcentaje es mayor, dijo Marín.
“Gran parte del cerebro pierde la concentración en lo que está haciendo, y se enfoca más en mandar el mensaje correctamente o realizar la llamada correspondiente”, agregó.
“Lamentablemente, dice Marín, esto es un fenómeno cultural en Costa Rica que se manifiesta en los conductores desde que aprenden a manejar”.
En un recorrido realizado ayer por Al Día por algunos sectores del centro de San José, se constató que muchas personas no sueltan su celular pese a ir conduciendo.
Varios choferes hablaban mientras se desplazaban en su vehículo, otros aprovechaban la luz roja del semáforo para mandar sus mensajes de texto.
Muchas multas
Entre enero y julio de este año, la Policía de Tránsito hizo 4.869 boletas a choferes que hablaban por teléfono mientras iban conduciendo.
“Todavía en nuestro país estamos acostumbrados a burlar la ley. Los ticos solo hacen caso cuando saben que son vigilados por un oficial”, indicó Marín.
Aunque la nueva ley promete poner mano dura a los choferes temerarios, por el momento, a muchos costarricenses esto parece no asustarlos.
“Creo que con la nueva reforma a la Ley de Tránsito un grupo grande de conductores va a meditar y a considerar los peligros a los que se expone cuando habla por celular y maneja al mismo tiempo”, dijo Marín.
Según el estudio del Virginia Tech Transportation Institute, el hecho de marcar un número telefónico incrementa en un 2,8 por ciento el riesgo de un accidente.
Con la nueva ley, que se prevé entre a regir el 23 de setiembre, la multa por hablar por celular y conducir será de ¢170. 250.
Divididos
Carlos Marín.
Carlos Marín, conductor.
Esto es algo de todos los días. Los ticos estamos acostumbrados a hablar por celular y manejar al mismo tiempo”.
Reynaldo González, conductor.
No creo que la nueva Ley de Tránsito sea la solución para que los conductores dejen de hablar mientras conducen”.
Víctor Villalobos, conductor.
Si me entra una llamda o tengo que responder un mensaje, mejor me estaciono. Hay que ser responsables al volante”.
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Este joven aprovechó que el semáforo estaba en rojo para mandar un mensaje. Rafael Pacheco.
Para escribir un mensaje en el celular, el conductor desvía la mirada del volante durante unos seis segundos, lo que pone a prueba su capacidad de reacción.
Los autobuseros no se salvan de la mala costumbre de hablar por celular mientras conducen, y con ello ponen en riesgo sus vidas. El bus de la fotografía iba ayer cargado de pasajeros.
A este conductor debemos reconocerle su responsabilidad... por usar el cinturón de seguridad. Sin embargo, utilizó su teléfono mientras el semáforo estaba en rojo.
Este taxista atendió una llamada, incluso con clientes a bordo. Como él, ayer pudimos ver a varios conductores que a escasos metros de un oficial de Tránsito hacían lo mismo.
