Rolando Avilés
redacción@aldia.co.cr

Luego de haber pasado desde el 14 hasta el 21 de agosto internado en el hospital de Puntarenas, Jiuver Antonio Torres de cuatro años, regresó a su casa.

El pequeño estuvo internado luego de que se le incrustara un clavo en la cabeza, cuando jugaba y se cayó al suelo.

El accidente ocurrió en la casa de una tía del menor ubicada en el barrio Bella Vista de Puntarenas, unos 300 metros hacia el oeste de la caseta policial.

“Es un milagro de Dios que mi hijo esté bien”, dijo su madre Ivannia López, de 21 años.

El pequeño solo recuerda que se cayó del caballo de madera y se le metió el clavo.

La madre comentó que a partir de este momento no podrá seguir trabajando ya que tendrá que cuidar a su pequeño.

López explicó que los médicos le recomendaron no dejar al chiquito solo.

El subdirector del Hospital Nacional de Niños, Orlando Urroz, afirmó que al menor se le realizó una serie de exámenes para descartar problemas en el cerebro.

“Estuvo en un período de observación y evolucionó muy bien gracias a Dios”, comentó Urroz.

El lunes anterior un empresario de Esparza, Arnoldo Chacón le regaló una bicicleta.