Lázaro Malvarez
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No estaba muerto y mucho menos de parranda. El peso completo Carl Davies Drummond entrena duro para la pelea ante el uzbeco Ruslan Chagaev y confía en su velocidad para obtener un triunfo histórico para el boxeo costarricense.

Poco se conocía de su paradero hasta el anuncio de la gran pelea del 7 de febrero en Alemania, ante Chagaev, un zurdo al que llaman “El Tyson Blanco”. Desde hace seis meses, el boxeador nacional se prepara en Estados Unidos, en medio de las dudas de quienes se preguntan si Efraín Vega, el promotor que lo acompañó en sus 26 combates anteriores, estará en el crucial combate.

Ahora sigue las instrucciones de Anthony Wilson y de John David Jackson. Por las manos de Jackson, un ex campeón mundial, pasaron hombres como Bernard Hopkins, Mosley y Nate Campbell.

Davies marcha con récord de 26 triunfos sin reveses, 20 de ellos por la vía del nocaut, pero su séquito sabe que para vencer al representante de Uzbekistán, también invicto en 24 combates, se requiere de una envidiable condición física, que le permita moverse y estar alejado de la mano fuerte de Chagaev, así como boxear con orden, inteligencia y nunca bajar la guardia.

Chagaev parte como favorito, pero existen algunas dudas sobre su regreso, tomando en cuenta que viene de una larga inactividad tras sufrir una seria lesión en el tendón de Aquiles. Para el nacional será una prueba de fuego en la que, según afirman, ganará una bolsa muy superior a la que sumó en sus 26 peleas anteriores juntas.

La velocidad del tico ante el boxeo calculador y frío del europeo. Dos hombres, dos estilos, dos escuelas y un objetivo: el título de la Asociación Mundial de Boxeo.