Beatriz Puerta, astróloga
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Las diferencias son muchas entre los 2

Soy un estudiante universitario. Actualmente llevo casi cinco meses con mi novia, en un principio todo era muy lindo, estudiábamos en la misma universidad, entonces la veía seguido, pero casi al finalizar el semestre me empecé a dar cuenta que ya no me sentía tan a gusto con ella, ni me atraía como al principio. Ella es una muchacha demasiado buena y me quiere mucho, creo que soy el primer novio que le dura más de dos meses. Somos de partes distintas del país, ella vive un poco alejada, pero durante clases vive en un apartamento cerca. Tenemos muchas diferencias, por ejemplo: ella es evangélica y yo católico, yo tomo cerveza y ella odia el alcohol, ella es muy conservadora y yo no tanto. El hecho es que siento que es demasiado dependiente de mí, pero ya no me nace buscarla, no es que haya conocido a otra mujer, pero ya no siento lo que sentía antes. La quiero más como amiga que como novia, pero me da miedo decírselo porque no quiero romperle el corazón.

Chico arrepentido

Comprendo tu situación, no sabes cómo afrontar la conversación ya que eres consciente de que tu decisión le va a causar mucho dolor, pero tú no puedes seguir con ella si ya no te sientes enamorado. Ahora te has dado cuenta de que hay muchas diferencias entre ustedes, no tienen los mismos gustos, sus caracteres también lo son y aunque reconoces que es una excelente mujer, ya no te sientes atraído por ella y tu amor ha derivado en un cariño muy especial.

Tienes que armarte de valor y hablar con tu novia. No tiene sentido prolongar esta situación por más tiempo, por lo tanto, piensa cómo vas a afrontar la conversación.

Convéncete de que haces lo correcto, ya que tú, no puedes seguir con ella sólo porque te da pena hacerle daño.

Es duro, lo sé, pero tú no eres el responsable de su felicidad. Ella tendrá que superarlo y aceptar que tus sentimientos han cambiado.

Sin duda alguna le llevará su tiempo, pero al final lo superará. Piensa qué quieres decirle y cómo se lo vas a comunicar y, sobre todo, siéntete seguro de ti mismo y no dudes de lo que haces, ya que actúas correctamente, en el corazón no se manda.