Erick Carvajal M.
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Si se aplicara un 3 por ciento como aumento para el sector privado, una cajera, un proveedor y una secretaria que ganan en estos momentos un mínimo de ¢218.035 por mes pasarían a recibir ¢224.576,05.

El alza que se defina rige a partir del 1.° de julio.

Según Eugenio Solano, viceministro de Trabajo, si por la víspera se saca el día, el aumento salarial rondaría entre el 2,5 y 3 por ciento, debido a la inflación.

Añadió que aún no existe una cifra oficial, debido a que deben sumar las inflaciones de mayo y junio para determinar cuál fue el total del primer semestre.

Según un pacto que existe entre los sectores sindicales, empresariales y el Gobierno, si la inflación no excede el 6 por ciento, se aplica de forma inmediata. Si sobrepasa esa cifra, se debe negociar el monto.

Solano explicó que las negociaciones arrancarán el próximo 15 de junio, cuando se recibe la propuesta de los representantes de los trabajadores. Dos días después le tocará el turno a los empresarios y el 22 de junio se recibirá la propuesta del Gobierno.