Alejandro Arley Vargas
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Naín Ester Reyes, de 32 años, reclama ¢100 millones al Hospital Calderón Guardia y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), por una supuesta mal praxis ocurrida en el 2004, que la obliga a dar del cuerpo por la vagina.

La afectada, vecina de Coronado, se presentó ayer a la Fiscalía del primer circuito judicial de San José para presentar una querella por lesiones culposas y la demanda civil.

Reyes explicó que durante la labor de parto de su único hijo, cuando le iban a hacer el llamado “piquete”, le perforaron la pared del intestino. Ella atribuye su problema para defecar a esa lesión.

Del monto demandado, ¢50 millones corresponden al daño moral y los otros ¢50 millones al daño material.

Años de sufrimiento

En la querella, la afectada manifestó que no puede pensar en tener otro bebé, realizar esfuerzos físicos ni trabajar.

Sostuvo que su vida de pareja quedó destruida, pues el padecimiento le impide tener relaciones sexuales.

“Esto es avergonzante. Me han hecho tres cirugías y estoy asustada porque me van a volver a operar. Sufro infecciones, mucho dolor y debo usar todos los días protectores o toallas sanitarias”, dijo ayer Reyes.

“No tengo una vida tranquila como la tenía antes de que, por una negligencia médica, me lesionaran seriamente. He perdido cualquier deseo de socializar, pues me avergüenza que la gente note algo en mí”, expresó Reyes en el documento.

Javier Vargas, uno de los abogados de la querellante, comentó que el daño emocional de Reyes es muy significativo. “Su matrimonio de cinco años se vio perjudicado”, agregó.