Montecarlo / AP. Las gradas están vacías, hay habitaciones de hotel disponibles, y las taquillas no se vendieron.

La carrera más famosa de la Fórmula Uno, el Gran Premio de Mónaco, está sintiendo el efecto de la crisis económica mundial.

Aunque como siempre estarán las estrellas de cine y modelos tomando el sol en lujosos yates, la crisis ha afectado al paraíso fiscal en el que viven muchos pilotos de Fórmula Uno.

Miles de las 45 mil entradas estaban disponibles ayer para la carrera del domingo.

El piloto de Williams, Nico Rosberg, dijo que “probablemente la mayoría de los ricos que viven aquí perdieron mucho dinero”.

Las habitaciones en el hotel L´Hermitage, de cinco estrellas, cuestan algo más de ¢6 millones por cuatro noches.

40

Millones de colones cuesta la botella de cognac Remy Martin, en Mónaco.