Denver / AP. Los Nuggets de Denver se fueron de Los Ángeles con la ventaja de ser locales en la Conferencia del Oeste de la NBA, después de vencer a los Lakers en la postemporada por primera vez desde 1985.
Pero no estaban del todo felices. Por un lado, las lesiones: el tobillo dolorido de Carmelo Anthony, el desgarro de pantorrilla de J.R. Smith y el dedo anular fracturado de Kenyon Martin, son testimonio del juego brusco en esta final de conferencia.
Por el otro, la autocrítica.
Los Nuggets están convencidos de que deberían haber regresado a Denver con ventaja de 2-0.
Todavía lloran la derrota en el partido inicial, cuando el pase lento de Anthony Carter a Chauncey Billups fue interceptado por Trevor Araiza en los últimos segundos, para dar una victoria increíble a los Lakers, en un partido que Denver dominó, pero no supo definir en la línea de las faltas, o haciendo llegar el balón a Anthony en el último segundo.
“Jugamos con garra, pero no con inteligencia”, dijo Kenyon Martin. “No sucedió, así que aceptamos el empate en puntos, nos vamos a casa y trataremos de ganar los que vienen”.
En los aros
Hoy es el tercer encuentro, en el Pepsi Center, donde los Nuggets llevan 11 semanas invictos y donde 48 horas después se jugará el cuarto partido.
Los Lakers fueron el mejor equipo de la NBA como visitantes en la temporada regular, con 29-12. Los Nuggets están 6-0 como locales en los playoffs.
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