Rodolfo Martín
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El cobro de una deuda habría sido, aparentemente, el móvil por el cual, antenoche, Juan Carlos Gómez Cañada fue asesinado de cuatro balazos en la ciudadela León XIII, en Tibás, según trascendió en fuentes familiares y lo confirmó ayer el comisario Alejandro Siles de la Fuerza Pública.

“Es mi único hijo. Díganme que no es cierto que está muerto. Quiero creer que está vivo. Es el menor de todos”, expresaba antenoche desgarrada por el dolor la madre de la víctima, Zadia Cañada, detrás de la cinta amarilla que aislaba el cuerpo de los curiosos.

Algunos familiares y vecinos trataban de calmarla.

Doña Zadia, una nicaragüense con 22 años de vivir en el país, caía de rodillas al suelo y con rabia interpelaba a los responsables del crimen de su hijo.

Ella, hace dos semanas, lo había rescatado de dos sujetos que lo golpeaban y lo amenazaban con un arma al frente de la vivienda.

“Lo agarró y lo metió a la casa y el asunto no pasó a más”, comentó una pariente que prefirió no ser identificada.

Al parecer, agregó, le reclamaban al muchacho el pago de una deuda.

Esta misma versión la dieron a la Policía las dos hermanas de la víctima, Tania y Nadia, confirmó el comisario Siles.

Circuló la versión de que todo obedeció a un ajuste de cuentas por drogas, pero Siles aclaró que esto deberá ser confirmado o descartado por las investigaciones.

Agregó que Juan Carlos no tenía antecedentes.