Rodolfo Martin
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Florencia - Inés Ortiz López y Ana Rosa Ortiz Martínez, la madre y la hija nicaragüenses asesinadas anteayer a machetazos, hallaron la muerte mientras buscaban protección porque, al parecer, la noche anterior habían sido víctimas de agresiones por parte de quien –precisamente– acabó con sus vidas, según lo confirmaron ayer cinco testigos, dos de ellos presenciales.

El sospechoso, Alexánder Flores Bravo, fue dado de alta ayer en el hospital de San Carlos y luego trasladado a las celdas del Poder Judicial en la zona, donde, en horas de la tarde, fue indagado por el Ministerio Público. Anoche a las 7 p.m. el Juzgado Penal de esa jurisdicción le dictó seis meses de prisión preventiva.

“El encartado se ensañó con las víctimas, no solo por la cantidad de heridas propinadas, sino por la forma en que las hizo”, expresó ayer Leonardo Pereira, fiscal que coordina la investigación del crimen.

Madre e hija estaban embarazadas. Inés con cinco meses de gestación y Ana Rosa estaba por dar a luz en cualquier momento, trascendió ayer en el hospital de San Carlos.

Al parecer, una de las heridas, alcanzó al feto de nueve meses, según fuentes policiales.

Las autoridades iniciaron una detallada investigación sobre el pasado de Flores, también nicaragüense, para confirmar o descartar la posibilidad de que esté involucrado con dos homicidios en Nicaragua y uno en Limón (ver nota adjunta).

Estaban escapando

Inés y Ana Rosa, vecinas de Ronrón de Ciudad Quesada, fueron sorprendidas y atacadas mientras visitaban a su amiga Yorleny Torres Pérez, en el poblado vecino de La Vieja. Las tres, al parecer, se conocieron mientras asistían a citas de control prenatal en el Ebais de Florencia.

Yorleny fue la primera en dar a luz cuando, hace 11 días, nació su hijo Limberg.

Inés y Rosa le habían adelantado su interés de conocer al recién nacido pero, anteayer en la mañana, la llamaron por teléfono para confesarle que durante la noche, presuntamente, habían sido agredidas por Flores y, que se encontraban muy asustadas.

Aparentemente, no era la primera vez. Así lo reveló ayer Rosario Valverde, vecina de Yorleny, a quien esta se lo confió.

“Ella les suplicó que se vinieran para su casa y que ahí iban a estar seguras”, agregó la señora.

La madre y la hija, al parecer, llegaron pasado el mediodía porque, a esa hora, en la casa de Yorleny, se calentaban unos fideos para el almuerzo y se observaba una conocida telenovela, recordó ayer Yirleny Sibaja Madrigal, una hija de Rosario que estaba bajo el cuidado de Yorleny, mientras ella cobraba una “platilla” en Pénjamo.

Inés y Ana Rosa detallaron la presunta agresión de la noche anterior y le habrían mostrado varios moretes de los golpes.

Flores llegó minutos después en una bicicleta y las increpó acerca del por qué habían abandonado la casa, confirmaron Yirleny y Dennis Obregón, el hijo mayor de Yorleny.

“Ana le respondió que se sentía mal, que se le había bajado la presión... que estaba como mareada. La mamá (Inés) le dijo a él (Alexánder) que si algo le pasaba al bebé (de Ana) él sería el culpable”, relató Yirleny.

Ataque a cuchilladas

Alexánder, presuntamente, le pidió a Yorleny que le regalara algo de comer y, mientras ella fue a la cocina, el sujeto le arrebató a Dennis el cuchillo con el que pelaba una naranja, según la versión de los niños. Inmediatamente, al parecer, comenzó a acuchillar a Inés, mientras que Yorleny salía de la cocina a socorrerla.

Ana Rosa, con una regla, comenzó a pegarle, pero el tipo se la arrebató y con la misma la golpeó, según los muchachos.

Yorleny le gritó a su hijo Dennis que llamara a la Policía, pero quien lo hizo fue Yirleny.

Inés, malherida, quiso escapar, pero fue alcanzada en el portón y rematada. Ana Rosa llegó a la calle con la idea de cruzar una cerca de alhambre de púas y huir por la propiedad de enfrente. Sin embargo, Flores la agarró por el pelo y la tiró a una zanja donde la ultimó a cuchilladas. Luego, se pasó el cuchillo por el cuello con la supuesta idea de suicidarse.

“Me dijo que no tuviera miedo porque matar a un ser humano no era mayor cosa. También dijo que le devolviera a un vecino la bicicleta en la que había llegado y, que le dijera a mi papá que fuera a la casa a recoger dos televisores”, narró Dennis quien buscaba cómo concentrarse para los exámenes trimestrales de sexto grado.

Agresor está bajo la lupa

Alexánder Flores Bravo, el nicaragüense sospechoso de asesinar a su compañera y a su suegra, ambas embarazadas, será investigado a profundidad para descartar o confirmar su relación con tres homicidios ocurridos, dos en Nicaragua y otro en Limón, indicaron fuentes oficiales.

Las víctimas, Inés Ortiz López y Ana Rosa Ortiz Martínez, de 38 y 17 años, le habrían confiado a su amiga, Yorleny Torres Pérez y a otras personas, esta teoría. Al parecer, Flores tiene a dos hermanos en Costa Rica. El sospechoso, en principio, enfrenta investigaciones por dos homicidios calificados, según información de la oficina de Prensa del Ministerio Público.