Mauricio Astorga, actor
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México D.F. El sueño de todo club chico: recibir en su miniestadio multiusos a uno de los equipos más poderosos del mundo y derrotarlo.

Jornada única en que cámaras y micrófonos persiguen a personajes no habituales: al director técnico que en la mañana es maestro de educación física en alguna secundaria del pueblo, al cajero que en este excepcional día se le permite ausentarse del Banco para enfrentar al Real Madrid en la Copa del Rey.

El club Alorcón, integrado por cuasi-amateurs, goleó al Real Madrid del glamour y los cracks, demostrándonos que en el fútbol no hay imposibles.

El Alorcón eliminó al Madrid, pese a los grandes contrastes. Por ejemplo, Cristiano Ronaldo cobra en un día lo mismo que Borja en toda la temporada, el mejor pagado del Alorcón.

Borja Pérez, autor de dos goles contra el Madrid, ha vivido una trayectoria muy distinta a la de Raúl o Kaká. Su camino siempre estuvo en ponerse los tacos en vestuarios sucios, en alternar otro empleo con el deporte profesional, en aferrarse al sueño de jugar al fútbol pese a todo. ¿

Entonces qué tiene el tal Borja? Exactamente lo mínimo que debería esperarse del común de los futbolistas: dignidad, pasión, la conciencia de lo que se representa y la pertenencia a quienes se representa. Este miércoles nos jugamos el pase al Mundial contra Uruguay, sabiendo, como el Alorcón, que en el fútbol no hay imposibles.