Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

Un centro gratuito para jóvenes entre 12 y 18 años que deseen aprender alguna tecnología.

Eso significa “Clubhouse”, un lugar donde los estudiantes no tienen horario, ni profesores, ni notas, solamente el interés por aprender algo, por sacar provecho del tiempo libre.

José Alfredo Chacón, coordinador del centro, dice que la prioridad es promover el interés, pero que sea una parte secundaria a los estudios académicos.

Incluso, van muchos que no están asistiendo a la educación formal y que adquirieron el interés por ingresar de nuevo, gracias al “Clubhouse”.

“Ofrece un ambiente para que los muchachos en tiempo libre tengan un lugar sano donde seguir aprendiendo en el área de tecnología. Se educan de acuerdo con sus preferencias, no se impone. Ellos van a su ritmo”, dijo.

Alfredo Andrés Rocha, es uno de los muchachos que en la actualidad aprenden en el “Clubhouse” y su meta es regresar a la educación el año entrante, precisamente en el Centro de Formación Juvenil, que recoge a todos los muchachos desertores. En estos momentos asisten con regularidad 165 jóvenes.

“Una señora me dijo que si quería venir y me trajo y desde entonces vengo, hace año y medio. No sabía nada de computadoras, de programas”.

Rocha aprende, a su ritmo, el programa Sket chup, que se aplica para crear estructuras, como si fuera un arquitecto.

“Deseo más adelante trabajar en esto. Quería ser electricista pero prefiero mejor ser arquitecto y con este programa me entusiasmé más”, dijo el joven de 15 años, quien va todos los días, ayudado por la señora de Escazú.