Cristian Salazar, estudiante de noveno año del Técnico Profesional Don Bosco, va a estudiar con más ánimo y sin temor, desde que se cambió de colegio.

Los matones de otra institución pública, las drogas, alcoholismo y otros problemas sociales, no los vive en su nuevo centro de estudios.

“En la otra institución algunos andan con drogas, son los que intimidan, los que mandan. Aquí no, aquí todos somos iguales, todos somos amigos, me gusta más venir”, comentó.

Indicó que le costó entrar, aunque ya había hecho un primer intento, cuando estaba en sexto.

“No pude en esa ocasión por una serie de circunstancias. Ahora que ingresé, hice un examen de admisión que es bastante difícil”, dijo.

“El otro colegio me gustaba porque allí están mis amigos. Aquí tuve que empezar de cero, sin conocer a nadie, pero me he adaptado”.

Salazar agradece la oportunidad. Es un claro ejemplo de la labor social que se brinda en esta institución.