Franklin Arroyo González
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Cuando Nicole Segura llega al Centro Infantil Pasitos Pequeños, ubicado dentro del complejo Cedes Don Bosco (Centros de Educación Salesiana Don Bosco) su día empieza a transformarse.
Encontrará computadoras, zonas verdes, zonas de juego, galletas y docentes dispuestos a enseñarle valores que la forjarán como persona de bien.
Al mismo tiempo, Jazmín Madrigal, estudiante de noveno año del colegio Técnico Don Bosco, en el mismo complejo, herramienta en mano reconstruye computadoras en el taller de electrónica.
La capilla estará llena de estudiantes que oyen misa, o en algún acto musical o charla, que refuerza sus principios cristianos.
Cedes Don Bosco, inserta en una zona con grandes problemas sociales como Alajuelita, es en realidad, un pequeño paraíso para 2.051 jóvenes.
Es común ver actividad en las canchas de baloncesto, en las de papifutbol o en la enzacatada plaza de deportes.
Un “Clubhouse” (centro de cómputo) atrae a jóvenes que han dejado los estudios para que aprendan algo de forma gratuita.
Hay algarabía por doquier, parejas de novios, celulares, grupos que hacen corazones para venderlos y financiar la compra de una Biblia. En todo el módulo se respira un espíritu joven.
“Aquí no todos los estudiantes son estimulados en sus casas. Cuando se van, enfrentan otra realidad”, dijo Norman Ortiz, docente de Pasitos Pequeños, una de las cinco sedes, de trece, pagada directamente por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Allí muchos son becados o poseen padrinos, es decir, familias que costean todo el proceso de aprendizaje... a cambio de nada.
En la escuela, la matrícula es prioritaria para quienes vienen de Pasitos Pequeños.
“Hay mucha demanda, la gente llama mucho. El año pasado hubo como 200 interesados, pero solo había quince cupos”, expresó Heylen Cordero, directora de la Escuela San Juan Bosco.
Buen futuro
La actividad continúa en el complejo. En el colegio, algunos diseñan, otros reparan, aquel dibuja y una chica desarrolla algún proyecto científico.
Cristian Salazar, de noveno año, quien estuvo en una institución pública el año pasado, se siente más contento y sin temores para asistir al colegio. “En la otra institución algunos andan con drogas, son muy intimidantes. Aquí no, todos somos iguales, amigos y me gusta más venir”. (Ver nota aparte).
En el Centro de Formación Juvenil enfrentaban exámenes. A las 9:45 a.m. solo dos muchachas quedaban. “Todos ya terminaron”, dijeron.
Afuera, el paraíso en Alajuelita no cesaría hasta las 4:30 p.m.
Estructura
Centro Infantil Pasitos Pequeños, forma niños desde maternal, infantil, kínder, prekínder y transición.
La escuela San Juan Bosco tiene un programa de salud y nutrición.
CTP Don Bosco, de gran trayectoria en ferias científicas. Tiene convenios con empresas para prácticas profesionales.
Centro de Formación Juvenil, para quienes han desertado de la educación formal y desean reintegrarse.
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