Carlos Láscarez S.
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La madre de Pamela Chaves Umaña, de 22 años, joven asesinada junto a su compañero de universidad Rolando Orozco, de 24 años, observó ayer por primera vez a los sospechosos de haber acabado con la vida de su hija.

Se trata de Liliana María Umaña, quien escuchó durante varios minutos el testimonio del médico forense José Eliseo Valverde, quien le practicó la autopsia a Yerlin María Salazar.

Umaña se mantuvo al lado de la madre de las hermanas Marín, quien le dio apoyo moral en las ocasiones en que lloró al escuchar las lesiones que tenía la joven.

El abogado querellante, Alberto Avendaño, confirmó que Umaña le dijo que tras lo ocurrido se encuentra destrozada.

“Me dijo que la otra hija vive con el papá y que Pamela le ayudaba siempre. A ella le entregaron en la universidad el título de su hija, ya que solo le faltaban menos de dos meses para graduarse como bachiller en Diseño Gráfico”, comentó el abogado.

Chaves estudiaba en la Universidad de las Ciencias y las Artes.

La madre andaba dentro de su bolso una foto de su hija, la que observaba con notable pesar.

El forense aseguró al tribunal que Yerlin murió producto de un balazo de contacto, lo que le produjo lesiones graves en el cráneo, por lo que pudo haber estado con vida entre 10 y 15 minutos.

Tras escuchar tal afirmación, Carlos Marín, padre de Yerlin y Arelis, afirmó que es muy doloroso escuchar que su hija vivió minutos de agonía. Ahora solo espera que este proceso finalice lo más pronto posible para acabar con el martirio de estos meses.

La etapa de debate finalizó ayer, por lo que el próximo lunes iniciará la fase de conclusiones.