En una histórica resolución, un tribunal penal condenó el lunes al expresidente Rafael Ángel Calderón Fournier (1990-1994), a cinco años de prisión por dos delitos de peculado, en el juicio por el denominado escándalo Caja-Fischel.

Apenas se conoció el fallo, el expresidente anunció que apelará el fallo ante la Sala Tercera y confirmó que desiste de la candidatura presidencial del Partido Unidad (PUSC) para las elecciones del 7 de febrero del 2010.

El viernes trascendió que Calderón pidió al presidente del PUSC, Luis Fishman tomar el puesto que tuvo que dejar vacante tras la sentencia.

El Tribunal condenó por los mismos delitos del exmandatario a cinco años de prisión a Eliseo Vargas, expresidente ejecutivo de la Caja, a Walter Reiche, expresidente de la Corporación Fischel, a cuatro años.

A los imputados: Gerardo Bolaños Alpízar; Juan Carlos Sánchez Sánchez y Marvin Barrantes Vargas, los condenaron a tres años y seis meses de cárcel.

Al imputado Randall Vargas Pérez, le fijaron dos años, con beneficio de ejecución condicional, por los delitos de destrucción de documento público y falsedad ideológica.

Olman Valverde Rojas, exgerente financiero de Fischel, fue absuelto de los dos delitos de peculado que le atribuían.

Ninguno de los condenados irá a prisión de inmediata hasta que el fallo quede en firme, pese a la solicitud de prisión preventiva de la Fiscalía.

Calderón y los otros condenados fueron sentenciados por recibir comisiones ilegales obtenidas por la aprobación y ampliación de un crédito del gobierno finlandés para comprar equipo médico para la Caja Costarricense de Seguro Social.

La Fiscalía investigó y denunció que se dieron comisiones ilegales por $8,6 millones.

Durante la lectura del por tanto, Calderón se mantuvo sereno, aunque eran evidentes sus tics en mejillas, ojos y boca.

“Es extrañísimo. A uno le tienen que probar su culpabilidad, no es uno el que tiene que probar su inocencia”, dijo Calderón, minutos después del fallo.