El Cairo / AP. - La clasificación de Brasil a las semifinales del Mundial Sub-20 apenas provocó algún bostezo entre los entendidos.

Después de todo, se trata del segundo país con más títulos a nivel juvenil (4), cuenta con un plantel de joyitas que pintan para figuras del futuro, y es el favorito entre los cuatro sobrevivientes para levantar el trofeo el viernes en El Cairo.

El caso de Costa Rica, su oponente de mañana en semifinales, es otra historia.

Los ticos navegan aguas desconocidas al superar por primera vez el horizonte de los octavos de final en un mundial, y su clasificación a las semifinales no pudo haber sido más dramática: con un gol de Marco Ureña en los descuentos del segundo tiempo extra para vencer 2-1 a Emiratos Árabes.

Costa Rica sabe bien lo que le espera en la próxima etapa, ya que Brasil la goleó 5-0 en la fase de grupos en Puerto Said.

“Creo que hicimos 25 minutos muy buenos contra Brasil en Puerto Said. Ya saben lo que sucedió después”, recordó el técnico costarricense Ronald González.

El timonel tiene razón, ya que los ticos le jugaron de tú a tú a la verdeamarela en su debut en el Mundial, aunque después la aplanadora brasileña prendió los motores y le pasó por encima.

“Tengo que replantear algunas cosas porque Brasil siempre es un equipo diferente respecto a todos, tiene un ingrediente muy importante que es la individualidad por encima de todo lo demás”, señaló González. “Tenemos que tener mucho cuidado”.

Reconoció que enfrentará el duelo con precauciones, aunque lanzó su grito de guerra: “El fútbol nuestro va hacia el ataque siempre”.

De todas maneras, el entrenador brasileño Rogerio Lourenco confía que cualquier plantel que le regale la posesión del balón a su equipo y se dedique a defender está jugando a la ruleta rusa.

Ni siquiera los germanos, con su característico orden y potencia física, pudieron aguantar hasta el silbatazo final.

Brasil es el único de los cuatro semifinalistas que ha ganado el torneo.

Lo dijo

“Tengo que replantear algunas cosas porque Brasil siempre es un equipo diferente a todos”.

Rónald González, técnico de la Sub-20