Allan Andino
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Pocos confiaban en que Venezuela lograra la hazaña de quedarse con la corona de Miss Universo de forma consecutiva.

De este y otros temas más, habló la misma Stefanía Fernández con Al Día en exclusiva, el martes pasado desde Nueva York.

¿Cómo se siente luego de todo lo que le ha ocurrido?

¡Ya empecé a creérmelo! Es muchísima alegría y emoción porque marqué historia. Era algo para lo que estaba trabajando y se veía un poco difícil lograr el “back to back”. Gracias a Dios se me hizo.

¿Cuál momento fue el más sufrido para usted?

Cuando ya no estaba quedando entre las 15. Me llamaron de última.

¿Qué pensó cuando vio la corona rodar por el suelo?

Ni me importó, estaba tan feliz que le dije a Dayana (Mendoza, la reina saliente), “no importa gordita, ya ganamos”. Fue muy cómico ambas teníamos mucha energía y empezamos a saltar como niñas.

¿Qué fue lo más difícil de todo este proceso?

Adaptarme a otra ciudad, estar sola y dormir dos o tres horas diarias. Antes de ir a Bahamas, asistía al gimnasio, a clases de oratoria, pasarela, maquillaje, peluquería y regresaba al gimnasio, todo en un día. Ahora mi horario es de 5 a.m. a 8 p.m., más suave pero con el tiempo será más fuerte.

Hubo gente a la que no les pareció el resultado, ¿qué opina al respecto?

Todos los años a las misses les sacan algo. Lo que no saben es que la evaluación no solo es de una noche, sino desde el día en que llegas hasta el último. Es muy difícil complacer a todo el mundo.

¿Cómo es su apartamento?

Queda en el piso 14, muy lindo. En la cuadra del frente tengo la oficina y a los 100 metros mi gimnasio. Es céntrico, me encanta.

¿Qué tal Donald Trump?

Es una persona genial, siempre alegre y simpático. Lo único que me dijo es que tenía que aprender inglés, estoy recibiendo clases todos los días dos horas.

¿Qué países le gustaría conocer como Miss Universo?

Siempre he querido ir a Francia, también a Rusia y Polonia, de ahí vienen mis abuelos. Ahora viven en España y tengo cuatro años de no verlos. Ojalá pueda.

Estará un año alejada de su novio, ¿cómo hará?

Ya estamos acostumbrados a la distancia. Él vive en Mérida y yo en Caracas. Todo se logra con paciencia. Un año pasa rápido, no será tan dramático.

Nuestra candidata fue criticada porque no iba con el peso ideal, ¿cómo debe ir preparada una chica para llegar lejos en ese certamen?

Debe tener perseverancia y amor por lo que hace. Yo tenía tantas ganas de ganar que cada minuto a pesar de lo cansada que estaba, le ponía un poquito de amor. Todo el mundo decía: “Venezuela este año va a ir a pasear y no hará nada”. Eso me retó y mira ahora.

¿Es cierto que rechazó operarse antes del concurso?

Sí. Le tengo muchísimo miedo a las cirugías, no me quería arriesgar otra vez. Osmel Sousa no nos obliga a operarnos como muchos creen, él te propone y tu dispones. Eso que las venezolanas ganan porque siempre están operadas es totalmente falso.

¿Cómo se imagina ese recibimiento en su país el día 18?

¡Pura rumba! No sé, quiero que me sorprendan. Estoy ansiosa.

El 24 de setiembre entrega corona en Venezuela, ¿qué le aconsejaría a su sucesora?

Ahora sí se la puse difícil (risas), pero no imposible. Que tenga mucha disciplina y constancia.