Canadá/EFE.- Una foca arrastró debajo del agua a Caleigh Cunning de cinco años, cuando jugaba el pasado martes en un muelle situado en las cercanías de la ciudad de Vancouver.

El inusual incidente se produjo poco después de que Caleigh y su padre, Mike Cunning, regresasen a puerto tras pasar parte del día pescando.

Mientras el adulto limpiaba tres salmones, Caleigh y otros dos niños se pusieron a jugar en el muelle del puerto Thunderbird de Vancouver West.

De repente, Mike escuchó un fuerte chapoteo y descubrió que su hija había desaparecido del muelle. Segundos después, Caleigh (que llevaba puesto un chaleco salvavidas) emergió de las aguas a varios metros del muelle.

La pequeña tenía un mordisco en su mano. Un amigo de Cunning, Trevor Shields, explicó que vio a la foca agarrar la mano de la niña y arrastrarla al mar.

“Salió del agua y puso la mano (de Caleigh) directamente en su boca”, declaró Shields.

La niña le confirmó a su padre que el animal la arrastró y que había sido, según sus palabras, “mal educado” por no preguntarle si quería ir a nadar con ella.

Al parecer, ese mismo día la menor había estado alimentando a focas de puerto, una práctica común pero desaconsejada, lo que puede haber dejado restos de pescado en sus manos.

Las focas de puerto pueden llegar a pesar más de 100 kilos y medir cerca de dos metros de largo.

Estos animales se alimentan de peces y mariscos.