Carlos Láscarez S.
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Dos hombres y una mujer fueron arrestados ayer por agentes de la sección de Secuestros del OIJ, como sospechosos de integrar una banda que mantuvo cautivo por 151 días a un empresario.

A los tres se les relaciona con el secuestro de Alberto Gómez Calderón, de 40 años, quien fue sacado de un bar en Santa Ana con sus dos guardaespaldas, el pasado 15 abril a las 10 p.m. por siete personas que portaban armas y estaban encapuchadas, afirmó Jorge Rojas, director del OIJ.

Esa misma noche, uno de los guardaespaldas secuestrado, logró fugarse de sus raptores. El otro fue liberado horas después.

Las autoridades judiciales se enteraron del plagio cuando uno de los ofendidos puso la denuncia desde un inicio.

Los arrestos de ayer se efectuaron en una vivienda del centro de Santa Ana, donde cayeron dos hombres de apellido Long (tico- panameño) y Madrigal, así como una mujer de apellido Alpízar.

También fueron allanados otros ocho puntos, entre estos un apartamento en Rohrmoser, donde se ubicaron armas de grueso calibre y variada evidencia.

Les pedían $1 millón

Los secuestradores del empresario, vecino de Belén de Heredia, solicitaban $1 millón (¢587 millones) a cambio de su liberación. Como la familia no contaba con esa cantidad, les entregó un terreno en San José a modo de pago.

El lote fue traspasado a uno de los imputados y luego lo vendieron a terceros, mientras Gómez permaneció cautivo en una propiedad de Huacas de Santa Cruz, donde los hombres habían alquilado una finca.

Rojas agregó que no tuvieron conocimiento ni detalles de cómo la familia negoció con el grupo; solo que la liberación se dio en un lugar de Guanacaste.

“El secuestrado está bien. Todo este período fue complicado para nosotros. No vamos a ahondar en detalles de qué comía o no. El hecho de que la familia pague o no, es difícil de manejar para nosotros. Ellos creyeron que el hombre tenía dinero”, afirmó Rojas.

Tenían todo un arsenal

En la casa de Rohrmoser se decomisaron cuatro pistolas 9 mm, dos escopetas, tres chalecos antibalas, 1.500 tiros para pistola 9 mm, 200 tiros de calibre punto 40, 100 tiros para escopeta 12, puñales y marihuana comprimida. En Desamparados de Alajuela, ubicaron cuatro granadas de humo y seis detonadores explosivos; en La Uruca, una escopeta y una pistola 9 mm.

Sobre el resto de la banda, el OIJ informó que lograron escapar antes de los allanamientos, previstos para ayer a las 6 a.m., al parecer tras ser alertados.

En la madrugada, uno de los sospechosos, quien no pudo ser arrestado, se enfrentó a balazos en Rohrmoser con agentes del OIJ.

Agente de OIJ alertó sobre los operativos

Jorge Rojas, director del OIJ, externó su molestia ante la supuesta actuación de un agente, quien alertó sobre los operativos previstos para ayer. En su concepto, eso evitó la detención de otros cuatro sospechosos. Ante tal situación, comentó de manera enfática que va investigar y si logra ubicar al funcionario lo despedirá y acusará ante el Ministerio Público.

“Alguien indebidamente alertó. Espero que no haya negociado con nadie por datos o simplemente por una amistad”, agregó Rojas.

“Las personas que se escaparon sabían desde la madrugada y los imputados están en fuga. Hay un delito de fuga de información y el incumplimiento de deberes de guardar discrecionalidad. Vamos a investigar quién llamó a esa persona”, acotó.

Otra de las irregularidades, según Rojas, fue el hecho de que algunas informaciones salen sin ser confirmadas por una fuente oficial, lo que algunas veces entorpece la investigación y pone en riesgo el caso.

* Colaboró Hugo Solano.