Mauricio Astorga, actor
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Abandone su comodidad, enfrente sus miedos e inseguridades, y sólo así, comenzará a volar... Si siente que la vida no tiene sentido, que los problemas lo están acabando, memorice esta parábola.

“Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en el pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y él se dio cuenta de que iba a morir.

En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado como volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo.

Finalmente llegó a un bosque fértil y hermoso”.

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido su guarida y le están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir basta, para plantearnos un cambio en nuestras vidas, para sacudirnos el cieno y volar alto y muy lejos del pantano.

Dios te acompañará y te dirá qué camino tomar.