Antonio Alfaro
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Concentrados para el juego decisivo, el técnico Steve McLaren dejó por un momento la táctica, para hablarle a Bryan Ruiz y compañeros del sueño convertido en pesadilla del AZ Alkmaar.

“Fue hace dos años -cuenta Ruiz- y el AZ jugaba contra el equipo que estaba último lugar del campeonato, el que descendió. Estaba igual que nosotros, si ganaba era campeón. Pero perdió. El Ajax y el PSV triunfaron y el PSV fue campeón”.

De todo lo dicho en la concentración del Twente, aquellas palabras fueron las que más calaron en Bryan. Él no está dispuesto a que el sueño se les escape en la última jornada, cuando visiten el domingo al NAC Breda, noveno de la tabla de posiciones.

Exceso de confianza no hay, ganas sí, nerviosismo también, un poco, según confiesa el mismo Bryan, aunque “están más nerviosos los aficionados y los periodistas que nosotros”.

El nerviosismo del cuadro es normal, considera él, pero desaparecerá apenas inicie el partido. Él está listo “¡Deseando desde hace rato que empiece el partido!”, expresa el atacante, luego de casi dos semanas pensando y preparándose solo para este partido.

“No será fácil”, según considera, pese al 3-1 logrado en el primer duelo en casa del Twente. “Si fuera en casa le diría que hay un 99% de posibilidades de ganar, pero en el estadio de ellos estamos 50-50”, señala Bryan sin confiarse.