Rodolfo Martín
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Un nicaragüense de apellido Moreira salió ayer temprano de su casa en barrio México rumbo a su trabajo sin imaginarse que sería detenido minutos después sospechoso de asesinar seis meses atrás a quien había sido su patrón y amigo.

Al extranjero, de apellido Moreira, se le achaca el crimen del contador Eduardo Orlando Mata Monge, quien apareció apuñalado el 19 de octubre del año en su casa en barrio Luján.

Pese a eso, ayer en horas de la noche el Juzgado Penal de San José, rechazó las medidas solicitadas por el Ministerio Público y argumentó que no había elementos de prueba. El móvil del hecho, aparentemente, obedeció a diferencias de tipo laboral, emotivas y económicas, según las investigaciones que coordina la Fiscalía de Delitos Contra La Vida, con el apoyo de la sección de Homicidios del OIJ. Los investigadores de esta entidad, aparentemente, cuentan con testigos que ubican a Moreira –en tiempo y espacio– en la escena. Mata era soltero y tenía esa casa en barrio Luján.