Edwin Vargas Porras, colaborador
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La fuga de agua que afectó el suministro del líquido en las últimas semanas a los habitantes de San Juan de Dios y San Rafael Arriba de Desamparados sigue dando dolores de cabeza a los vecinos de la urbanización Itaipú.

En esa comunidad, los afectados aseguran que el problema de la falta de agua no es de ahora, pues dicen que se viene presentando desde hace ya más de 12 años y más recientemente desde hace 22 días, tiempo en el que han subsistido gracias a que compraron tanques para recolectar agua, con un gasto cercano a los ¢98.000 cada uno.

Los tanques los llenan por las noches, entre las 11 p.m. y las 5 a.m., que es el lapso del día en que reciben el servicio.

Con lo que recolecten deben resolver sus necesidades de agua hasta que se restablezca el servicio en forma regular.

Al respecto, Patricia Rodríguez, quien es una de los 2.500 personas que habita en la urbanización desde hace 12 años, indica que sólo por la noches les llega el preciado líquido, y a la vez manifiesta que el recibo de agua sí lo reciben puntual y se los cobran como si el servicio lo dieran de manera normal.

Por su parte, Noelia Aguilar, dijo que nunca les llega el agua.

De ahí que con lo que cuenta es con una ración diaria, ello gracias al tanque de 1.100 litros adquirido por la comunidad.

Sin embargo, el martirio no termina ahí. Aguilar admite que en 11 años que tiene de vivir en esa localidad, hasta se ha visto en la necesidad de cocinar con agua llovida y sostiene que en la época lluviosa el agua llega a las 4 p.m., mientras que en la época seca el servicio se restablece a las 11 p.m., momento que deben aprovechar al máximo para recolectar la mayor cantidad de agua posible.

El subgerente de Acueductos y Alcantarillados, Eduardo Lezama, estima que los trabajos se extenderán por al menos semana y media más.

“Se está trabajando en el acople de la tubería sobre el puente del río Cañas”, explicó el funcionario, ello con la finalidad de solucionar por completo el problema.

Lezama indica que el área de afectación se ha reducido, pues el 95 por ciento de la población ya cuenta con el servicio.