Isaac Zúñiga Keith
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Me da pena ajena ver los actos bochornosos que se suscitaron en el clásico.

Tras de que el juego fue feo, los actores y miembros de los cuerpos técnicos lo terminaron de ensuciar con sus comportamientos.

Reprochables las rojas, el árbitro Jeffrey Solís, a mi juicio, quiso ser protagonista y se abusó sacando tarjetas.

Hubo más: lo de Róger Mora, preparador de porteros del Saprissa, insultando a Mario Camacho; o el “Macho” Ramírez quebrando el acrílico de una de las bancas.