Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

El oro obtenido por Rafael Rodríguez en las Olimpiadas Mundial de Química este año en Tokio, Japón, es la señal más clara de los pasos agigantados que Costa Rica da en competiciones científicas internacionales.

El aporte económico del Estado y de empresas privadas, el surgimiento de los colegios científicos, el interés de los docentes y la guía académica de las universidades públicas son fundamentales para que los ticos muestren su talento en el planeta.

Los recursos económicos del Estado y de empresas privadas como Intel Costa Rica son la base sobre la que descansa el talento juvenil de miles de colegiales que inician los procesos en las Olimpiadas Nacionales.

A las competiciones internacionales llegan los más talentosos o los que asumieron un compromiso por seguir preparándose.

“El principal impulso es el financiamiento del Fondo Nacional de Incentivos, que se nutre de recursos del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit) y es administrado por el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit). Así se han financiado los viajes de las delegaciones que asisten a olimpiadas en diferentes partes del mundo”, expresó el viceministro de Ciencia y Tecnología, Rowland Espinoza Howell.

Aporte de mucho valor

El surgimiento de los colegios científicos ha generado un aporte invaluable. Muchos de los competidores internacionales forman parte de estas instituciones y están acostumbrados a un alto nivel de exigencia, según expertos.

“Han mejorado en mucho la calidad de los participantes en las Olimpiadas Internacionales. Son importantes”, dijo Evelio Hernández, coordinador de Física.

Federico Mora, coordinador de las Olimpiadas de Matemáticas, el proceso más antiguo con 21 años, dice que las Olimpiadas Nacionales son el pilar fundamental, pero no deja de lado la capacitación de los docentes y el mismo entusiasmo y compromiso de los muchachos. Las Matemáticas han sacado bronces en las Olimpiadas Mundiales y menciones honoríficas.

“Falta más propaganda. De Matemáticas nunca se sabe nada, pero el apoyo que dan los docentes es gratificante. También falta un poco de compromiso de los muchachos para conseguir oro, ya se acostumbraron a sacar bronces y van por eso. Hay que cambiar esa mentalidad”, dijo Hernández.

Shirley Camacho, una de las coordinadoras de Biología, la materia más joven en el proceso, comenta que además debe haber un gusto por la materia y un compromiso por ser autodidacta.

“Cuando están en la fase nacional, quien necesite un libro, una explicación o cualquier cosa, se la damos. No necesariamente los ganadores son quienes asumen los compromisos”, opinó.

Uno de los comités mejor organizados y más exitosos es el de la Olimpiada de Química.

Rafael Rodríguez ganó una de las medallas doradas en Tokio, Japón, el 27 de julio pasado, todo un éxito para el país. Randall Syedd, coordinador en esa materia, señala las bases del éxito.

“El intelecto individual. Es importante valorar que un país con tan pocos habitantes, pueda producir estudiantes que estén en capacidad de competir a un nivel muy alto contra países cuyas poblaciones en algunos casos ascienden a cientos de millones de habitantes”.

También destacó la participación conjunta de entidades comprometidas. “El personal académico de la Escuela de Química de la Universi-dad Nacional es el encargado de la preparación de los estudiantes. Estos académicos reciben un valioso apoyo de instituciones clave como la Uned, MEP, Micit, Conicit y Lanotec. Este trabajo conjunto ha hecho un grupo de profesores con experiencia”.

También resalta las actualizaciones constantes mediante talleres y seminarios. “En cuanto a los resultados internacionales los colegios científicos marcan la diferencia. Esto básicamente porque apoyan más a sus estudiantes para que compitan”, expresó.

Óscar Quesada es uno de tantos talentos que Costa Rica pule para conquistar medallas.

Él participa en Matemáticas y Física y el ejemplo de Rafael Rodríguez le sirve de motivación, asegura el muchacho.

“Quizás nos ha faltado un poco de ambición para sacar más oros. Nos hemos enfocado en sacar una medalla de plata y sacamos de bronce, pero creo que es posible”.

Quesada participará el otro año en la Olimpiada Mundial de Matemáticas, ese mismo año asistirá a la Iberoamericana de Física. “Hago unos dos o tres problemas de Matemáticas y de Física por día, aparte de las horas de entrenamiento”, explica Óscar.

Quesada es señalado como un prospecto y él quiere seguir los pasos de Rodríguez. “De hecho quiero quedarme un año más, antes de entrar a la Universidad, en las Olimpiadas, para prepararme bien, como hizo él”.

Su esfuerzo ya le ha dado resultados, pues ha ganado una medalla de plata en las Centroamericanas del año pasado en Matemáticas y un bronce en las de Física Centroamericanas durante este 2010. “Agradezco el apoyo de la familia. Siempre están conmigo”, dice. Además, asegura que practica baloncesto y toca instrumentos musicales como el teclado.

¿Cree usted que los resultados obtenidos corresponden a los recursos aportados por el Estado?

Es un grano de arena. Los éxitos corresponden a un trabajo conjunto y de encadenamiento de diversas instituciones del sector de ciencia, tecnología e innovación. Logros de este tipo no responden a improvisaciones ni azares del destino, responden a una política de instituciones como el MEP, Micit, Conicit, Estrategia Siglo XXI, Academia Nacional de Ciencias y universidades públicas.

¿Cuál es la expectativa a corto plazo?

Promover una sana competencia dentro del ámbito académico que coadyuve a incentivar el interés y la pasión por el estudio de las Matemáticas, Biología, Química y Física, entre otras.

¿Cuánto más de aporte económico, o de cualquier otro tipo, planean brindar a Olimpiadas Científicas?

Estamos en un proceso que hemos denominado Marco de Acciones Prioritarias, en el cual definimos el norte de las políticas públicas para los próximos años priorizando cómo distribuir los recursos. Esperamos fortalecer el contacto entre científicos y el talento joven por medio del Programa el científico en el aula. Además, facilitar el desplazamiento de las delegaciones y la colaboración a nivel organizativo.